Según las últimas estimaciones, la población mundial de perros supera los 700 millones y el 75 % son perros errantes, es decir, que escapan a la supervisión humana. No importa si viven en un hogar o en una comunidad o si ayudan a los productores en la cría de ganado, la realidad es que un gran número de perros se pasea al aire libre. En muchas zonas del mundo, además, los perros ocupan un lugar muy especial ya que forman parte de la sociedad. Incluso cuando no tienen dueño, la gente los alimenta y los niños juegan con ellos, lo que los expone a posibles mordeduras. Casi el 99 % de los casos de rabia en humanos se atribuyen a mordeduras de perros y, por desgracia, los perros errantes contribuyen a mantener la presencia de la enfermedad en muchos países. Es posible prevenir la rabia si se la ataca en su origen animal: los perros. Si bien la vacunación constituye la forma más eficaz de eliminar la enfermedad, es difícil atrapar a los perros, sobre todo a los perros errantes que viven en zonas habitadas.
La gestión de la población canina acompaña los esfuerzos de lucha contra la rabia
La gestión de la población canina es un pilar fundamental para el éxito de una estrategia de control de la rabia. Este enfoque polifacético abarca medidas destinadas a mejorar la sanidad y el bienestar de los perros y a mitigar los problemas de salud y seguridad pública que causan a la sociedad. Algunas medidas también buscan impactar en la dinámica de la población canina cuando sea necesario. En el marco del control y la eliminación de la rabia, un requisito previo es garantizar la vacunación de una cantidad suficiente de perros y así obtener la inmunidad a nivel de la población.
No cabe ninguna duda que la vacunación de al menos el 70 % de la población canina en las zonas de riesgo, entre otras medidas pertinentes, nos llevará a eliminar la rabia transmitida por perros. Su vacunación masiva constituye uno de los principios que sustentan el Plan Estratégico Mundial para eliminar la rabia transmitida por los perros para 2030, que impulsa el enfoque «Una salud».
Con el fin de ayudar a los países a lograr una mejor cobertura de vacunación en las poblaciones caninas, se ha actualizado recientemente la norma de la OIE sobre la gestión de las poblaciones caninas (Capítulo 7.7, antes llamado «Manejo de las poblaciones de perros») con la intención de que abarque a todos los perros, con o sin dueño.
El manejo de las poblaciones de perros errantes
La gestión de las poblaciones caninas ayuda a garantizarles un acceso a la atención veterinaria y así aumentar el porcentaje de animales vacunados.
En entornos donde la mayoría de los perros errantes son objeto de vacunación y no tienen dueño, el procedimiento de «captura, esterilización, vacunación y retorno» es otro aspecto esencial con un impacto significativo.
La esterilización evita el nacimiento de perros no deseados que terminarán abandonados y que, por lo tanto, tampoco se vacunarán, lo que disminuye la cobertura de vacunación.
Cabe destacar que este enfoque también favorece el bienestar animal y mejora la esperanza de vida de los perros vacunados. Si se aplican, estas medidas pueden evitar el recurso de sacrificio masivo de perros, a menudo realizado sin respetar las recomendaciones de bienestar animal.
Es importante señalar que este tipo de intervenciones deben adaptarse adecuadamente al contexto local. «Existen distintos tipos de perros que requieren diferentes intervenciones«, recuerda la Dra. Elly Hiby, directora de la Coalición Internacional para el Manejo de Animales de Compañía (ICAM) y presidenta del Grupo ad hoc de la OIE para la revisión del Capítulo 7.7. Manejo de las poblaciones de perros. Es primordial comprender la dinámica de las poblaciones caninas en un lugar determinado y las actitudes de la comunidad hacia ellas para determinar qué herramientas serían las más exitosas y funcionarían a largo plazo.
Con la mirada puesta en la población canina del mañana
La gestión de la población canina requiere esfuerzos a largo plazo y no sólo un conjunto de acciones puntuales. Ocuparse únicamente de la población canina actual no representa una solución sostenible. Es necesario conocer el origen de la próxima generación de perros errantes para ayudar a mantener una alta cobertura de vacunación.
La Dra. Elly Hiby insiste en que «los perros con dueño son una fuente realmente importante de las futuras poblaciones de perros errantes«. Por consiguiente, es fundamental responsabilizar a los propietarios de sus animales y de su posible descendencia, mediante legislación, programas de educación y sensibilización para cambiar el comportamiento. Con ánimo de promover la tenencia responsable de perros, la Organización Mundial de Sanidad Animal ha puesto en marcha una campaña regional de sensibilización en los Balcanes como parte de la Plataforma de la OIE sobre el bienestar animal para Europa, con una serie de herramientas, como carteles y folletos para los propietarios de perros, así como libros de juegos para niños. Involucrar a los propietarios y/o cuidadores de la comunidad es un paso clave que facilitar el proceso de vacunación, teniendo en cuenta el objetivo de la inmunidad de rebaño.
Una respuesta compleja pero necesaria
Al tener que hacer frente a muchos factores al mismo tiempo, la gestión de la población canina representa un reto multisectorial y requiere el uso de un enfoque integral. Todos los países deben evaluar su demografía canina, tener en cuenta la participación y las actitudes de la comunidad y elaborar estrategias nacionales a largo plazo.
Invertir tiempo y recursos en la gestión de la población canina apoya innegablemente el fin de la rabia ya que gracias a una alta cobertura de vacunación, se combate una de las causas fundamentales de la transmisión de la enfermedad al hombre. De esta manera, pueden evitarse unas 59.000 muertes humanas al año, y avanzar un peldaño hacia nuestro objetivo común de cero muertes por rabia en humanos para 2030.
Para más información
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Plan Estratégico Mundial para eliminar la rabia (en inglés)
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La rabia