En el centro de nuestros cambios estacionales, surge una amenaza escondida que plantea riesgos significativos tanto para las poblaciones humanas como de animales. Durante los desplazamientos estacionales, los animales emprenden viajes en búsqueda de agua, pastos o para ser comercializados, lo que constituye una oportunidad en términos de propagación de enfermedades animales transfronterizas, tales como la fiebre aftosa, la peste de pequeños rumiantes y la fiebre del valle del Rift. La intricada danza de migraciones animales a través de amplios parajes crea un entramado complejo, en el que las enfermedades encuentran nuevas rutas para propagarse y desarrollarse.
El ganado, incluyendo los bovinos, las cabras y las ovejas, entre otros, se convierten sin querer en portadores de estas enfermedades, y sus desplazamientos contribuyen sin saber a la diseminación de patógenos. La fiebre aftosa, en especial por su rápida transmisión y graves impactos en los animales de pezuña hendida, saca ventaja de estas interacciones entre diferentes especies. Por su parte, la peste de pequeños rumiantes, que afecta a ovejas y cabras, y la fiebre del valle del Rift, con su potencial zoonótico, encuentran la oportunidad en la convergencia de animales en los puntos de agua compartidos y en los bulliciosos mercados, espacios que permiten el comercio y que también se convierten en canales de contagio. Si bien una escena de animales atravesando amplios paisajes parece ser idílica, oculta una amenaza invisible facilitada por tales movimientos.
El movimiento de ganado en climas cambiantes y en algunas regiones crea una tormenta perfecta para la transmisión de enfermedades.
Dr. Néo Mapitse, jefe del departamento de acciones regionales de la Organización Mundial de Sanidad Animal.
A medida que el clima se modifica y la inestabilidad geopolítica altera los modelos tradicionales de desplazamiento, los animales de diferentes regiones y estatus sanitario convergen en formas que pueden ampliar drásticamente la propagación de enfermedades.
Entre esta amenaza escondida, existe esperanza. Al empoderarnos con conocimientos y fomentando la cooperación, disponemos de los medios para proteger a los animales y a las comunidades que dependen de ellos. La Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) y sus socios encabezan la tarea de promover la sensibilización acerca de los riesgos que suponen las enfermedades transfronterizas de animales durante los movimientos pastorales. Las normas de la OMSA definen las condiciones para garantizar desplazamientos seguros de animales vivos y de productos derivados relativas a los movimientos estacionales.
La prevención y la preparación resultan nuestros aliados más fuertes a la hora de enfrentar esta amenaza. Con evaluaciones de riesgo oportunas, podemos anticipar brotes potenciales y consolidar nuestra preparación para combatir las amenazas animales. El aumento de las campañas de sensibilización entre los sectores interesados y las comunidades garantiza que la información fluya libremente y brinde a las personas las herramientas necesarias para tomar decisiones fundamentadas con respecto al ganado durante los movimientos de estación.
Un aspecto central de este esfuerzo es la vigilancia de los puntos de concentración animal y de los lugares de tránsito. Al hacer un seguimiento cercano de estas áreas clave, podemos detectar rápidamente los signos de enfermedad y tomar acciones inmediatas, mitigando las oportunidades de transmisión y propagación. Además, la cooperación de distintos sectores durante los brotes es crucial; el respeto de las restricciones de movimientos y de las directrices elaboradas por las autoridades minimiza el riesgo de acelerar por inadvertencia la propagación de enfermedades.
Los cambios de estaciones conllevan problemáticas que exigen nuestra atención y colaboración. Los movimientos armoniosos de ganado entre diversos paisajes no deben encubrir la amenaza de propagación de enfermedades. Por lo tanto, trabajemos en conjunto a efectos de proteger nuestro ganado, preservar nuestros medios de sustento y asegurar nuestro futuro. Al integrar los conocimientos, practicar la vigilancia y fomentar la cooperación, podemos superar los retos que implican las enfermedades animales transfronterizas durante los movimientos estacionales.