Si bien las enfermedades emergentes suelen atribuirse a los animales silvestres, también pueden estar causadas por la actividad humana, el cambio climático, la deforestación e incluso algunas prácticas agrícolas que alteran los ecosistemas. El desequilibrio entre la naturaleza y los ecosistemas repercute en la salud de todos. Los animales silvestres se ven tan afectados como los humanos por ciertos agentes patógenos, que son especialmente devastadores para las especies vulnerables o en peligro de extinción. Además, las enfermedades pueden repercutir en los medios de subsistencia, dado que los animales silvestres representan una importante fuente de alimento e ingresos para las comunidades locales. Por ejemplo, los murciélagos son portadores de enfermedades, además de ser polinizadores y dispersores de semillas de vital importancia, esenciales para mantener la seguridad alimentaria humana en todo el mundo, así como la salud de todos los ecosistemas.
Al salvaguardar la sanidad de los animales silvestres, se mantiene el equilibrio de ecosistemas esenciales y ayuda a conservar la sanidad de los animales y de los seres humanos.
Reforzar la vigilancia mediante la colaboración y la detección temprana
A través del Marco para la Sanidad de la Fauna Silvestre, la OMSA brinda recomendaciones y un camino a seguir para afrontar los retos que plantea la interfaz humano-animal-medio ambiente. Dado que la detección temprana es esencial a la hora de prevenir pandemias, la OMSA acompaña las acciones de sensibilización en materia de sanidad de la fauna silvestre y trabaja para reforzar las capacidades de vigilancia a escala nacional. Las características intrínsecas de los animales silvestres los hacen difíciles de monitorear y esta tarea puede ser aún más ardua si, por ejemplo, los sistemas de vigilancia de animales domésticos y silvestres no están a cargo de las mismas instituciones. Se necesita un sistema totalmente integral, además de la colaboración de los sectores de la sanidad animal, la salud humana y de las plantas en el marco del concepto «Una salud». Por esta razón, la OMSA participa en proyectos de colaboración a largo plazo con múltiples actores, como la CITES, entidad responsable de regular el comercio de especies amenazadas.
Sanidad de los animales silvestres en el terreno: recolección y análisis de muestras en Camerún
Todas las fotos son de J.-F. Lagrot
2022: el año del aumento de los casos de influenza aviar en la fauna silvestre
La colaboración será esencial para frenar los múltiples brotes de influenza aviar que perturbaron la industria avícola en 2022, con tasas de mortalidad que diezmaron bandadas enteras y obligaron a efectuar sacrificios preventivos masivos. Aunque la mayoría de las veces, la influenza aviar es asintomática en las aves silvestres, los brotes recientes han provocado un preocupante número de muertes entre las especies silvestres.
Vale destacar la rapidez con que algunas enfermedades pueden saltar de una especie a otra: en 2022, se notificaron a la OMSA 240 casos de influenza aviar en mamíferos marinos y terrestres como nutrias, delfines e, incluso, osos pardos. La enfermedad está matando animales silvestres en cantidades sin precedentes, incluidas especies vulnerables y en peligro de extinción. La infección de mamíferos es relativamente inusual y constituye una señal de que el virus sigue adaptándose rápidamente, lo que aumenta el riesgo potencial de futuros episodios de propagación en mamíferos, incluidos los seres humanos. En la actualidad, la propagación de la influenza aviar se ve reforzada principalmente por las aves silvestres migratorias y el comercio de aves, reglamentado o no. El virus se ha extendido a nuevas zonas en las que, en 20 años, nunca se había detectado la forma de alta patogenicidad de la enfermedad.
A lo largo de esta crisis, la OMSA no ha dejado de fomentar la notificación oportuna de los casos de influenza aviar y recuerda a sus Miembros la importancia de mantener prácticas estrictas de bioseguridad e higiene. Estas medidas se comunican a través de un portal dedicado a la influenza aviar en el sitio web de la organización, donde también se pueden consultar las recomendaciones recientemente publicadas sobre esta enfermedad y la gestión del riesgo para la fauna silvestre.
Alerta: un juego educativo para mejorar la sanidad de los animales silvestres
Con el fin de prevenir los brotes de fiebres hemorrágicas víricas es fundamental fomentar la preparación a nivel local y regional. En 2022, a través del proyecto EBO-SURSY, la OMSA lanzó un nuevo juego educativo llamado «Alerta» destinado a capacitar e informar al público sobre su papel en el sistema de vigilancia.
En un marco colaborativo, el juego ofrece a los jugadores la oportunidad de ahondar sus conocimientos sobre su papel específico en la cadena de alerta y respuesta -a quién notificar y cuándo. La comunicación precisa y oportuna sobre la sanidad de los animales silvestres es fundamental y, por lo tanto, el juego desarrollado por la OMSA permite aumentar la confianza de la comunidad cuando deben notificar a los responsables locales posibles brotes y contagios en su entorno natural. El éxito de un sistema de vigilancia sanitaria de la fauna silvestre depende de la participación de todas los actores interesados y, en especial, de las comunidades locales que desempeñan un papel fundamental en la detección temprana de enfermedades al alertar a tiempo al personal sanitario sobre posibles brotes en la comunidad.
Además, se convoca al personal veterinario y a los agentes en el terreno de todos los sectores pertinentes a que utilicen el juego, puesto que les ayudará a comprender mejor sus funciones y responsabilidades dentro del sistema de vigilancia de su región.
Debido a su éxito, el juego se adaptará a otras regiones como Asia.