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Vigilar las enfermedades transmitidas por vectores: un imperativo sanitario mundial

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Las enfermedades transmitidas por vectores están en vías de convertirse en una importante amenaza para la salud humana y la sanidad animal. En los últimos años, se ha observado un preocupante aumento de su prevalencia y propagación. La Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) destacó este tema en su último informe presentado en el marco de su 91.ª Sesión General denominado «Situación de la sanidad animal en el mundo», que abarca 2023 y principios de 2024. Este análisis aporta elementos adicionales vinculados con la intrincada relación entre el cambio climático y la dinámica de las enfermedades transmitidas por vectores, subrayando la urgente necesidad de contar con medidas eficaces de vigilancia y control. 

El impacto del cambio climático en las enfermedades transmitidas por vectores

Estas enfermedades que son transmitidas por vectores como mosquitos, garrapatas y moscas, prosperan en determinadas condiciones medioambientales. Si bien las condiciones climáticas de las regiones tropicales las hacen especialmente vulnerables a estas enfermedades, el cambio climático está remodelando este paisaje, alterando la densidad de los vectores, sus periodos de actividad y su distribución geográfica. Estas alteraciones facilitan la expansión de las enfermedades transmitidas por vectores a nuevas zonas, lo que supone riesgos significativos para regiones que antes no estaban afectadas. 

El informe de la OMSA sobre la «Situación de la sanidad animal en el mundo» subraya la complejidad de esta cuestión, señalando que tanto las vías biológicas como las que no lo son influyen en la transmisión de estas enfermedades. Existen pruebas claras de que el cambio climático constituye un factor determinante en la propagación de estas enfermedades. Los datos de observación lo confirman, mostrando una tendencia creciente en las latitudes máximas en las que se registran las enfermedades transmitidas por vectores, reflejando estrechamente las anomalías de la temperatura global.

Revelar las tendencias emergentes 

Los datos comunicados a través del sistema de alerta precoz del Sistema Mundial de Información Zoosanitaria (WAHIS) entre 2023 y principios de 2024 (al 11 de marzo de 2024) revelan que las enfermedades transmitidas por vectores fueron responsables de un total de 2 422 brotes en 28 países y territorios, en el contexto de eventos epidemiológicos excepcionales. Principalmente, estos eventos incluyen primeras apariciones, reapariciones y nuevas cepas. En particular, la región de las Américas experimentó un gran brote de encefalomielitis equina occidental (1 461 brotes), mientras que Europa notificó 697 brotes de diversas enfermedades transmitidas por vectores. 

De las 90 enfermedades de los animales terrestres que figuran actualmente en la lista de la OMSA, casi un tercio son enfermedades transmitidas por vectores (en su totalidad o para las que los vectores desempeñan un papel importante) y algunas demostraron una evolución significativa en 2023 y a principios de 2024. En el contexto de eventos excepcionales, la infección por el virus de la fiebre del Nilo Occidental, el virus de la lengua azul, el virus de la dermatosis nodular contagiosa y el virus de la encefalomielitis equina occidental fueron los casos más notificados en 2023 y a principios de 2024. La infección por el virus de la dermatosis nodular contagiosa, cuyos eventos excepcionales predominaron en Asia, representó 144 brotes, lo que la convierte en la enfermedad veterinaria más notificada fuera de Europa y las Américas mediante el sistema de alerta precoz. Cabe destacar que el 99 % de estos brotes de enfermedades transmitidas por vectores en 2023 y a principios de 2024 se detectaron en regiones templadas, lo que indica un cambio preocupante en su distribución geográfica. 

Monitorear la expansión de enfermedades transmitidas por vectores

Estos desafíos no son recientes y datan de varios años atrás. Ya en 2022, a modo de respuesta, la OMSA había lanzado el proyecto PROVNA, destinado a mejorar la vigilancia de la enfermedades transmitidas por vectores en el norte de África. Esta iniciativa tiene como misión definir las «ecorregiones» dentro del área de estudio, identificar las zonas vulnerables y desarrollar un prototipo de aplicación capaz de predecir los cambios climáticos y medioambientales. 

Uno de los casos destacados presentes en el informe es la reciente propagación de la infección por el virus de la enfermedad hemorrágica epizoótica. Tradicionalmente confinada a regiones como América del Norte y algunas partes de Asia, desde 2006, esta enfermedad ha ampliado su área de distribución de forma significativa, con nuevos informes provenientes de países de la zona mediterránea y de Europa. Esta propagación es un claro ejemplo de la expansión de las enfermedades transmitidas por vectores impulsada por los cambios, tanto climáticos como medioambientales. 

Actuar en favor de la salud mundial

El informe de la OMSA presenta un cuadro elocuente de la amenaza creciente que suponen las enfermedades transmitidas por vectores en el contexto del cambio climático. En el marco de su centenario, la OMSA reitera la necesidad de contar con sistemas de vigilancia sólidos, fomentar la colaboración internacional e implementar estrategias de adaptación capaces de gestionar este desafío en constante evolución. A medida que el cambio climático aumenta su influencia en la propagación y el impacto de las enfermedades transmitidas por vectores, la comunidad mundial deberá responder con urgencia e innovación para salvaguardar tanto la salud humana como la sanidad animal. Porque la sanidad animal es nuestra salud. Es la salud de todos. 

Para acceder a información más detallada sobre la situación, consulte el informe completo