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Camino a la resiliencia: integrar la sanidad animal en la gestión de emergencias

En un mundo vertiginoso como el de hoy, las emergencias zoosanitarias encierran un alto grado de incertidumbre e imprevistos. El impacto negativo de las enfermedades infecciosas de los animales, agravado por diversas catástrofes, afecta a miles de medios de sustento y destaca la importancia del sector de la sanidad animal a la hora de contar con medidas eficaces de preparación. Es urgente pasar a la acción frente al aumento previsto de la frecuencia, complejidad y magnitud de las emergencias. Numerosos factores, como el cambio climático, contribuyen a esta aceleración, a la que se suma un panorama complejo que exige esfuerzos más intensos y mejor coordinados.

Los Servicios Veterinarios y los Servicios de Sanidad de los Animales Acuáticos desempeñan un papel fundamental en la prevención, la respuesta y la recuperación de las emergencias internacionales y nacionales que afectan a la sanidad animal, el bienestar de los animales y la salud pública veterinaria. Sin embargo, no es una tarea que pueda llevarse a cabo de forma aislada y los profesionales de la sanidad animal deben trabajar en conjunto con socios de todos los sectores: salud pública, seguridad y servicios de emergencia. Desde ya, esta colaboración debe estar coordinada a través de un marco intergubernamental de gestión de emergencias.

Con el fin de crear este sistema de gestión y garantizar la participación de todos los responsables, la Organización Mundial de Sanidad Animal promueve un enfoque que engloba la preparación, planificación y desarrollo de capacidades para la gestión de emergencias y abarca a toda la sociedad y a todos los riesgos.

El Tema Técnico de 2022, presentado en la Sesión General de este año, subraya claramente esta necesidad. Frente a los desafíos actuales y futuros, es fundamental contar con un marco global de preparación que tenga en cuenta las emergencias y las catástrofes en su totalidad.

Un enfoque global de la sociedad implica forjar sinergias entre organizaciones de la sociedad civil y organismos gubernamentales, incluidos aquellos centrados en el mantenimiento de los servicios esenciales y el suministro de ayuda humanitaria. Esta colaboración multisectorial es necesaria a todos los niveles y la respuesta internacional a la pandemia de Covid-19 ha consolidado aún más la convicción de que el enfoque «Una salud»  constituye una etapa fundamental para alcanzar la resiliencia sanitaria mundial.

No es fácil predecir los desafíos de los próximos años, sin un espacio eficiente para el diálogo profesional y la cooperación interinstitucional, el sector de la sanidad animal puede encontrarse en territorio desconocido. La Organización Mundial de Sanidad Animal y sus redes participan en los sistemas operativos estratégicos de prevención, preparación y recuperación de emergencias internacionales, incluidas las pandemias, en base al enfoque «Una salud». Esta visión se traduce en el compromiso de una mejor inclusión de los Servicios Veterinarios y de Sanidad de los Animales Acuáticos en la respuesta de gestión de crisis a escala mundial.

Necesitamos contar con estrategias a futuro capaces de hacer frente a las emergencias a corto plazo, con vistas a reducir las consecuencias permanentes. La preparación favorece la capacidad de una sociedad para protegerse de futuros peligros: cuanto más resistente sea una sociedad, mayor será la posibilidad de que los individuos y las especies prosperen en sus respectivos hábitats.

Los Servicios Veterinarios y los de Sanidad de los Animales Acuáticos deben asumir un sólido compromiso con los sistemas de gestión de emergencias, con el fin de acompañar a los Miembros en su camino hacia una correcta gestión de las emergencias zoosanitarias. De esta manera, también adoptan una nueva forma de abordar las enfermedades y otros peligros.Juntos podemos imaginar y trabajar en conseguir un mundo más seguro y mejor preparado.