Con el correr de los años, nuestras vidas y sociedades se han visto afectadas por enfermedades como el ébola, la influenza y la COVID-19. Se trata de enfermedades denominadas “zoonosis” que pueden propagarse entre animales y seres humanos, y que han puesto en peligro nuestros sistemas sanitarios mundiales, las cadenas de suministro de alimentos y nuestras economías.
Si bien las repercusiones de las zoonosis son variables, en muchos países se ha observado una carencia de mecanismos adecuados que faciliten una colaboración duradera y sostenible en torno al concepto «Una salud». Con el propósito de ayudar a los países a cubrir esas carencias, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) desarrollaron nuevas herramientas operacionales que permitan establecer mecanismos de coordinación multisectorial, así como sistemas de vigilancia e intercambio de información.
El liderazgo y las funciones técnicas que se necesitan para hacer frente a las zoonosis deben ser el resultado de una coordinación entre todos los sectores implicados. Por ejemplo, en Qatar, el brote de MERS-CoV sirvió para reforzar la coordinación multisectorial a escala nacional, ampliando así las áreas de trabajo para la gestión de otras enfermedades zoonóticas. La herramienta operacional sobre mecanismos de coordinación multisectorial (MCM OT, por sus siglas en inglés) brinda un enfoque estándar progresivo para que los países establezcan o fortalezcan su mecanismo de coordinación de «Una salud» destinado a gestionar las enfermedades zoonóticas, en base a los principios y las buenas prácticas descritas en la Guía Tripartita sobre las Zoonosis.
Puesto que las enfermedades zoonóticas tienen la capacidad de transmitirse entre seres humanos y animales, por medio de vectores, o incluso a través del medio ambiente, la vigilancia coordinada debe abordar todas las vías de transmisión. La herramienta operacional sobre la vigilancia y el intercambio de información (SIS OT, por sus siglas en inglés) acompaña a las autoridades nacionales en sus esfuerzos por establecer o fortalecer un sistema de vigilancia coordinado y multisectorial para las enfermedades zoonóticas. Se trata de un sistema esencial para la detección temprana de eventos sanitarios. El intercambio oportuno de información puede disminuir el riesgo de transmisión de enfermedades de los animales a los seres humanos.
Estas herramientas operacionales complementan a la ya existente herramienta para la evaluación conjunta de riesgos.
El impacto de las enfermedades emergentes supera los sectores de la salud pública y la sanidad animal: casi todos los ámbitos se ven gravemente afectados. Por tanto, todos deben trabajar mancomunados para responder a los actuales desafíos sanitarios. Esto se aplica igualmente a los mecanismos de coordinación, a la vigilancia y a diversos aspectos de los sistemas sanitarios nacionales.
En un momento en que el mundo se recupera del impacto causado por la pandemia de COVID-19, las herramientas operacionales contribuirán a mejorar la respuesta colaborativa de los países frente a las enfermedades zoonóticas, así como a otros riesgos sanitarios en la interfaz humano-animal-medio ambiente.
Recursos disponibles
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Herramienta operacional sobre el mecanismo de coordinación multisectorial (OT MCM) – en inglés
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Herramienta operacional sobre la vigilancia y el intercambio de información (SIS OT) – en inglés
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Herramienta operacional para la evaluación conjunta de riesgos (JRA OT)
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Adopción de un enfoque multisectorial en base al concepto “Una sola salud”: Guía tripartita para hacer frente a las enfermedades zoonóticas en los países (TZG, por sus siglas en inglés)
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