Investigaciones científicas recientes demostraron una alta prevalencia de la infección por SARS-CoV-2 en las poblaciones de ciervos de cola blanca en América del Norte. Se trata de la primera detección del virus en una población de animales silvestres. Este descubrimiento exige una mayor investigación con vistas a determinar si los ciervos de cola blanca pueden convertirse en un reservorio de SARS-CoV-2 y a evaluar otras consecuencias en términos de sanidad animal o salud pública. Dado que los ciervos de cola blanca no presentan signos clínicos de infección, los mismos deben ser monitoreados teniendo en cuenta la posibilidad de que se conviertan en un reservorio silencioso.
Pese a que, en la actualidad, no existen pruebas de la transmisión de SARS-CoV-2 de los ciervos de cola blanca a los seres humanos, es posible que hayan existido múltiples introducciones del virus en las poblaciones de ciervos blancos causadas por el hombre. Se insta a los países a mantener informados al respecto a los cazadores y a las personas que viven o trabajan con la fauna silvestre, con el fin de evitar que existan interacciones innecesarias con estos animales y que dejen heces humanas u objetos en áreas forestales que puedan ser ingeridos o tocados por los ciervos u otros animales silvestres.
Pese a la amplia circulación del SARS-CoV-2 en las poblaciones de ciervos de cola blanca, aparentemente, el virus no ha mutado de manera significativa. Si bien esta situación es tranquilizadora en cuanto a la emergencia de nuevas cepas del virus perjudiciales para el hombre, es necesario reunir más información para comprender los efectos de la introducción del virus en el ecosistema de la fauna silvestre. Por consiguiente, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) convoca a los países y a los sectores interesados a:
1. Alentar la colaboración entre los Servicios Veterinarios nacionales y las autoridades nacionales encargadas de la fauna silvestre, cuya asociación resulta fundamental a la hora de promover la sanidad animal y proteger la salud humana y la del medio ambiente.
2. Informar a la OIE sobre los esfuerzos de vigilancia y seguimiento de la fauna silvestre en materia de SARS-CoV-2, incluidos los correspondientes estudios científicos sobre los ciervos de cola blanca y otros cérvidos, escribiendo a: [email protected].
3. Monitorear y, cuando sea posible, realizar pruebas en las poblaciones de cérvidos en todas las regiones para comprender mejor así la propagación de la infección dentro de la población de ciervos de cola blanca y de otras especies de ciervos y especies silvestres.
4. Compartir todos los datos de secuenciación genética derivados de estudios de vigilancia animal, a través de bases de datos a disposición del público.
5. Notificar los casos confirmados de SARS-CoV-2 a través del Sistema Mundial de Información Zoosanitaria de la OIE (OIE-WAHIS).
Más información:
– Marco de la OIE para la sanidad de la fauna silvestre
– Guidance on SARS-CoV-2 and Free-ranging White-Tailed Deer (U.S Association of Fish & Wildlife Agencies) (en inglés)