La industria de los deportes ecuestres se ha expandido considerablemente en la última década. Cada vez se celebran más carreras y deportes ecuestres internacionales. Éstos implican desplazamientos temporales de caballos entre países que no tienen necesariamente el mismo mismo estatus sanitario, lo que supone un riesgo potencial de propagación de enfermedades.
Para abordar y gestionar eficazmente este riesgo, facilitando al mismo tiempo los desplazamientos de los caballos de competición, la OMSA y la Confederación Internacional de Deportes Hípicos (IHSC) han unido sus fuerzas.