La Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) ha desarrollado estas directrices prácticas con el fin de apoyar a sus Miembros en el proceso de identificación y compra de vacunas veterinarias de calidad garantizada y ofrecer orientaciones claras acerca de la información sobre las vacunas y los fabricantes, que resulta necesaria para este procedimiento.
Estas directrices deben considerarse junto con otras herramientas o recomendaciones de la OMSA:
- se han elaborado normas incluidas en el Manual de pruebas de diagnóstico y vacunas para los animales terrestres, así como en el Código sanitario para los animales terrestres;
- el Proceso PVS incluye un apoyo legislativo específico denominado Programa de apoyo a la legislación veterinaria (PALV) del proceso PVS;
- los Centros colaboradores de la OMSA han sido habilitados para el control de la calidad de las vacunas (o de los productos veterinarios);
- se han creado bancos de vacunas para algunas enfermedades y algunos países, pero no se pretende que sustituyan a las adquisiciones nacionales…
Otras organizaciones internacionales también proponen algunos procedimientos o mecanismos de apoyo para un mejor acceso a vacunas de calidad. Estas directrices son una herramienta complementaria para abordar las necesidades y los retos a los que se enfrentan los miembros de la OMSA a la hora de acceder a vacunas veterinarias de calidad.