El propósito de estas directrices es crear conciencia sobre el posible doble uso de la investigación veterinaria, a la vez que apoyar a los profesionales veterinarios, investigadores y otros interesados en la identificación, evaluación y gestión eficaz de sus consecuencias.
Las directrices no son preceptivas; no explican en detalle lo que debe hacerse, sino que aspiran a fomentar el debate y la reflexión cuando los países e instituciones trabajan con miras a adoptar sus propias directrices relativas al doble uso.