Desde 1924, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA, fundada como Office International des Épizooties) ha estado a la vanguardia en la lucha contra los desafíos de sanidad animal junto con sus 182 Miembros. La Organización trabaja más allá de las fronteras para mejorar la sanidad y el bienestar de los animales en el mundo, creando un futuro más seguro gracias a su amplia experiencia, en particular en la implementación de normas internacionales.
A partir de hoy, la Organización antes conocida como “OIE” estrena una nueva identidad corporativa y, además, promueve el uso de su nombre completo, “Organización Mundial de Sanidad Animal” con su sigla “OMSA”.
Nunca ha sido tan clara la interdependencia de los sistemas de sanidad animal con la salud humana, los medios de sustento y los ecosistemas, por ende, el cambio de la identidad corporativa de la OMSA llega en el momento justo. El impacto de las enfermedades está en aumento y es objeto de una mayor difusión por parte de los medios. Resulta evidente la necesidad de coordinación y movilización internacional para los profesionales del sector sanitario mundial y, cada día más, para los responsables políticos y el público en general.
Con la intención de cumplir con eficacia su mandato, la OMSA se esfuerza por seguir dando a conocer su labor en el sector, su experiencia y posicionamiento único en aras de defender activamente las cuestiones de sanidad y bienestar animal a nivel mundial y aportar soluciones basadas en la ciencia. Dado que la colaboración es la clave para lograr estos objetivos, la OMSA alienta y fomenta la cooperación entre todos sus Miembros y crea importantes redes de expertos con fácil acceso a los conocimientos y la información.
Si se mejora la sanidad animal a nivel global, se transforman los medios de sustento, se impulsan las economías y nuestro planeta se convertirá en un lugar más seguro y saludable. La OMSA tiene como vocación ser una organización líder en la construcción de un mundo más sostenible, que tenga plenamente en cuenta la interdependencia de los sistemas sanitarios.
Porque la sanidad animal es esencial para nuestro futuro.