Mientras el mundo se enfrenta a las consecuencias de la pandemia de COVID-19, la OIE solicita a los países que continúen aplicando medidas de prevención y control para las enfermedades animales. Mantener las actividades veterinarias es esencial para evitar los efectos perjudiciales de las enfermedades animales que podrían agravar la actual crisis sanitaria y socioeconómica. A continuación, se presentan las principales conclusiones del informe de la OIE sobre la situación de la sanidad animal en el mundo.
Dra. Paula Cáceres, jefa del Departamento de Información y análisis de la sanidad animal mundial
de la OIE (WAHIAD), presenta las principales conclusiones del informe anual de la OIE sobre la
situación de la sanidad animal en el mundo.
Paris, 19 de junio de 2020 – A pesar de los devastadores efectos de la COVID-19, que han generado grandes restricciones en los desplazamientos a nivel mundial, las enfermedades animales siguen propagándose alrededor del mundo. Las enfermedades transfronterizas de los animales afectan gravemente la sanidad y el bienestar de los animales, asi como también los medios de subsistencia de miles de familias. Cuando se encuentran diseminadas ampliamente, estas enfermedades suponen una grave amenaza para la seguridad alimentaria mundial y ponen en peligro los sistemas de producción animal.
El informe anual1 sobre la situación sanitaria mundial que publica hoy la OIE pone un énfasis particular en las enfermedades animales en las que se observaron situaciones epidémicas en 2019 y 2020, así como otras enfermedades que cuentan con estrategias mundiales de control o erradicación. En el marco de la pandemia de COVID-19, los países deben proseguir sus esfuerzos para preservar la sanidad y el bienestar de los animales. Al respecto, el informe formula recomendaciones para ayudar a los Servicios Veterinarios nacionales a aplicar medidas eficaces de vigilancia, notificación y control. En la situación actual, es fundamental sostener la continuidad de estas actividades.
Reducir el impacto de las epidemias de enfermedades animales
En los últimos años, diversos factores han contribuido a la propagación de las enfermedades animales transfronterizas dando lugar a situaciones epidémicas, muchas de las cuales persisten hoy en día.
Durante el último año, se ha observado un aumento mundial de los casos de peste porcina africana (PPA). Una de las mayores problemáticas en el control de esta enfermedad letal para los cerdos es la ausencia de una vacuna eficaz. La PPA fue notificada por el 28 % de los Miembros de la OIE (42 de los 150 países y territorios notificantes) distribuidos en la mayoría de las regiones de la OIE. En un corto período de tiempo, la enfermedad ha desencadenado una importante crisis en la industria porcina, causando pérdidas masivas de cerdos, impactos socioeconómicos nocivos e incluso amenazando con interrumpir la cadena de suministro mundial de carne de cerdo y otros subproductos porcinos.
En respuesta a esta amenaza mundial, la OIE trabaja junto con sus Miembros y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) para poner en marcha iniciativas regionales orientadas a una respuesta coordinada, en el marco del programa mundial para el Control Progresivo de las Enfermedades Transfronterizas de los Animales (GF-TADs). Esos esfuerzos han contribuido al aumento del número de países que aplican medidas de vigilancia y control para la PPA a lo largo de los años, alcanzando un 90 % de los países que reportaron en 2018-2019 (175/194). Se insta a los países a continuar aplicando las medidas pertinentes y a comunicar oportunamente los brotes de PPA a través del Sistema Mundial de Información Sanitaria (WAHIS) de la OIE.
Dadas las características complejas de la enfermedad, la respuesta debe incluir acciones coordinadas y una cooperación internacional que implica el próximo lanzamiento de una iniciativa del GF-TADs para el control mundial de la PPA.
La influenza aviar de alta patogenicidad (IAAP) constituye otro reto para los Servicios Veterinarios y de salud pública. Debido a sus graves consecuencias, tanto para los medios de subsistencia como para el comercio internacional, ha sido una de las enfermedades animales más notificadas en los últimos años. En el análisis de la dinámica de los brotes de IAAP presentado en el informe de la OIE, se observa un aumento de la actividad del virus en los primeros meses de 2020. Las cepas de influenza aviar tienen un posible impacto zoonótico y la capacidad de mutar y evolucionar rápidamente. En este contexto, la promoción de la transparencia y la comprensión de la situación mundial siguen siendo una prioridad para proteger la salud pública y garantizar un comercio seguro de animales y productos de origen animal.
Estos ejemplos demuestran que las epidemias animales tienen efectos devastadores que podrían intensificar la crisis actual. En tiempos de COVID-19, se alienta a los países a que mantengan y refuercen sus esfuerzos para prevenirlas y controlarlas.
1 Este informe presenta un análisis basado en la información notificada por los países a través del Sistema Mundial de Información Sanitaria (WAHIS).
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