La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN)  y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) publicaron directrices actualizadas sobre la vigilancia de enfermedades, agentes patógenos y agentes tóxicos en los animales silvestres en libertad. Dichas directrices están destinadas a las autoridades responsables de la fauna silvestre y a quienes trabajan en este sector, además de brindar un marco destinado a facilitar la comprensión y la mitigación de los riesgos asociados a las enfermedades de la fauna silvestre y sus consecuencias sobre en la salud humana. 

Implementar un sistema de vigilancia de la fauna silvestre para proteger la biodiversidad

Más del 60 % de los agentes patógenos que afectan al ser humano tienen carácter zoonótico, es decir, que pueden transmitirse de los animales a los humanos. Mientras que la vigilancia de los animales domésticos se lleva a cabo de forma exhaustiva, la vigilancia de la fauna silvestre es limitada por el momento. La Lista Roja de Especies Amenazadas de la IUCN  reconoce las enfermedades como una amenaza importante para la supervivencia de las especies.

Además, la superposición de factores como la pérdida de biodiversidad, la degradación de los ecosistemas y las enfermedades infecciosas emergentes aumenta el riesgo de transmisión de enfermedades, por lo que es fundamental implementar una vigilancia integral de la fauna silvestre. El Plan de acción conjunto «Una sola salud», elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la OMSA, hace hincapié en la importancia de proteger y restaurar la biodiversidad, prevenir la degradación de los ecosistemas y apoyar la salud de las personas, los animales, las plantas y los ecosistemas.

Establecer una vigilancia integral: más allá de la mera recolección de muestras

Una vigilancia eficaz no sólo implica recolectar muestras o realizar pruebas de laboratorio, sino que requiere además una verdadera planificación que garantice que los beneficios superan a los costos y que se cumplen todas las etapas del proceso. Existen diferentes tipos de vigilancia en función de las necesidades: la vigilancia activa (recopilación sistemática de datos), la vigilancia pasiva (notificación de casos de enfermedad), la vigilancia basada en eventos (detección rápida de eventos inusuales) y la centinela (seguimiento de especies específicas). Dada su capacidad única para detectar los cambios en la sanidad de la fauna silvestre, los guardabosques, los cazadores, las comunidades locales o los pueblos indígenas desempeñan un papel crucial en este ámbito.  

Sólo el personal autorizado, formado y cualificado debe recolectar las muestras biológicas, con el fin de respetar las normas éticas y poder gestionar posibles riesgos de transmisión de patógenos. Una comunicación eficaz es crucial para evitar acciones potencialmente perjudiciales, como la matanza innecesaria de animales silvestres o la destrucción de sus hábitats en base a temores infundados. La coordinación entre los sectores relevantes garantiza que las acciones se basen en evidencias y que se eviten daños ecológicos a largo plazo.  

Implementar programas eficaces: de la planificación a la acción

Estas directrices -actualizadas por primera vez en 2015- ofrecen una hoja de ruta que permite diseñar programas de vigilancia eficaces, incluyendo la definición de objetivos claros, la participación de los sectores pertinentes, la elección de estrategias adecuadas y el desarrollo de presupuestos rentables. Los protocolos de seguridad y bioseguridad son esenciales a la hora de proteger a las personas y los animales, mientras que el cumplimiento ético y legal garantiza el respeto de las costumbres locales, las autorizaciones necesarias y el bienestar de los animales.

Los programas de vigilancia deben estar armonizados con las estrategias nacionales y las obligaciones internacionales, y los territorios y Miembros de la OMSA deben notificar toda aparición de las enfermedades de la Lista de la OMSA, así como de las enfermedades emergentes. Al integrar la vigilancia en el marco de un enfoque
«Una sola salud», es posible mejorar nuestra comprensión de los patrones epidemiológicos y tomar medidas proactivas para salvaguardar nuestro futuro común. Las «Directrices generales para la vigilancia de enfermedades, agentes patógenos y agentes tóxicos en la fauna silvestre en libertad» brindan las herramientas y los conocimientos necesarios para explorar el complejo panorama de la vigilancia de las enfermedades de la fauna silvestre. 

26 de septiembre de 2024, Nueva York – Los líderes mundiales han aprobado una declaración política en la 79.ª Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la Resistencia a los Antimicrobianos en la que se comprometen a alcanzar un conjunto claro de metas y acciones, entre ellas la de reducir en un 10% para 2030 los aproximadamente 4,95 millones de muertes humanas anuales asociadas a la resistencia bacteriana a los antimicrobianos.

En la declaración también se pide una financiación nacional sostenible y USD 100 millones en fondos catalizadores para ayudar a alcanzar la meta de que al menos el 60% de los países cuenten con planes nacionales de acción financiados sobre la resistencia a los antimicrobianos (RAM) para 2030. Este objetivo se alcanzará, por ejemplo, diversificando las fuentes de financiación y consiguiendo más contribuyentes al Fondo Fiduciario Multipartito contra la Resistencia a los Antimicrobianos.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), reunidos en la denominada Alianza Cuatripartita, acogen con beneplácito la declaración. La Alianza Cuatripartita aplaude a los países por reconocer la necesidad de realizar esfuerzos mundiales, regionales y nacionales para hacer frente a la RAM mediante un enfoque de «Una sola salud», en el que se reconoce la estrecha vinculación e interdependencia entre la salud de las personas, los animales, las plantas y el medio ambiente en general.

Entre los paladines mundiales que han participado en la reunión figuran la Primera Ministra de Barbados, Mia Mottley, supervivientes de la RAM, la sociedad civil y organizaciones interesadas de todo el mundo.

La RAM se produce cuando las bacterias, los virus, los hongos y los parásitos dejan de responder a los medicamentos. Esto hace que las infecciones sean difíciles o imposibles de tratar, lo que aumenta el riesgo de propagación de las enfermedades, de enfermedades graves y de muerte.

Es necesario adoptar medidas multisectoriales a nivel mundial con el fin de alcanzar las metas para 2030

En cuanto a la salud humana, la declaración establece una meta más ambiciosa de que al menos el 70% de los antibióticos utilizados para la salud humana en todo el mundo pertenezcan al grupo de antibióticos «acceso» de la OMS, que tienen efectos secundarios relativamente mínimos y menor potencial de causar RAM.

También incluye metas relativas a la prevención y el control de infecciones (PCI), como que el 100% de los países tengan servicios básicos de agua, saneamiento, higiene y gestión de desechos en todos los establecimientos de atención de salud y que el 90% de los países cumplan todos los requisitos mínimos de la OMS para los programas de PCI para 2030. También hay compromisos en materia de inversiones para facilitar el acceso equitativo a los antimicrobianos y su uso adecuado, así como de notificación de datos de vigilancia sobre el uso de antimicrobianos y la RAM en los distintos sectores.

En cuanto a la agricultura y la sanidad animal, la declaración incluye el compromiso de, para 2030, reducir significativamente la cantidad de antimicrobianos utilizados a nivel mundial en los sistemas agroalimentarios priorizando y financiando la aplicación de medidas para prevenir y controlar las infecciones y garantizando un uso prudente, responsable y basado en la evidencia de los antimicrobianos en la sanidad animal. Esto debe lograrse en el contexto de la lista de enfermedades prioritarias de la OMSA y de la iniciativa RENOFARM de la FAO, así como de estrategias preventivas, incluidas las estrategias de vacunación animal, las buenas prácticas ganaderas, la bioseguridad, y el agua, el saneamiento y la higiene (ASH).

En cuanto al medio ambiente, en la declaración se subraya la necesidad de prevenir y hacer frente al vertido de antimicrobianos al medio ambiente. También se pide que se intensifiquen la investigación y los conocimientos sobre las dimensiones ambientales de la RAM y que se adopten medidas catalizadoras para hacer frente a las principales fuentes de contaminación por antimicrobianos.

En la declaración se reconoce que la RAM es un problema complejo y que se precisa una respuesta multisectorial que en la que se combinen intervenciones específicas para los sectores de la salud humana, la agricultura, la sanidad animal y el medio ambiente.

«El desafío intersectorial que supone la RAM exige un enfoque sistémico de «Una sola salud» que aúne la salud humana, animal, vegetal y ambiental, respaldado por una gobernanza mundial sólida y responsable de la RAM. El financiamiento sostenible, sistemático y diversificado es esencial para respaldar el establecimiento de prioridades claras y metas mensurables que impulsen acciones decisivas, reconociéndose al mismo tiempo los contextos locales, nacionales y regionales. Debemos garantizar el acceso universal a medicamentos, tratamientos y pruebas diagnósticas, al tiempo que promovemos medidas preventivas e invertimos en investigación, innovación, desarrollo de capacidades e iniciativas audaces de sensibilización. Nuestra salud depende de alimentos inocuos y nutritivos, y la seguridad alimentaria depende de sistemas agroalimentarios eficientes, inclusivos, resilientes y sostenibles. Durante casi 80 años, la FAO se ha mantenido firme en su misión de garantizar alimentos inocuos y saludables para todos. Apoyamos plenamente esta declaración y seguimos comprometidos con una acción colectiva para eliminar los riesgos que supone la RAM en los sistemas agrícolas y alimentarios,» ha dicho el Director General de la FAO, QU Dongyu.

«Cada vez hay más pruebas de que el medio ambiente desempeña un papel importante en el desarrollo, la propagación y la transmisión de la RAM, incluida la transmisión entre humanos y de animales a humanos, y de por qué, si queremos reducir la carga de RAM y sus riesgos, el medio ambiente debe ser parte de la solución. En la declaración de hoy se reconoce esta necesidad, y el PNUMA seguirá estando a la vanguardia de los esfuerzos por reducir la carga de RAM en las sociedades y hacer frente a la triple crisis planetaria,» ha señalado Inger Andersen, Directora Ejecutiva del PNUMA.

«En el siglo transcurrido desde que Alexander Fleming se topó con la penicilina en un laboratorio de Londres, los antibióticos se han convertido en un pilar de la medicina y han transformado infecciones que antes eran letales en enfermedades tratables y curables,» ha dicho el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS. «La resistencia a los antimicrobianos amenaza con deshacer ese avance y convertirse sin duda en uno de los desafíos de salud más apremiantes de nuestro tiempo. La declaración de hoy incluye compromisos vitales que, si se traducen en acciones, ayudarán a hacer un seguimiento de la RAM, ralentizarla, ampliar el acceso a medicamentos antimicrobianos como los antibióticos y estimular el desarrollo de otros nuevos

Los antimicrobianos ayudan a los animales y a los seres humanos a vivir vidas más largas y saludables, pero muchos de estos medicamentos que salvan vidas están perdiendo peligrosamente su eficacia, lo que tiene efectos devastadores no solo en la salud humana, sino también en el ganado y la economía en general. Es necesario tomar medidas urgentes y acogemos con beneplácito los numerosos compromisos asumidos por los países a través de esta declaración política. La priorización de las medidas preventivas contra las enfermedades infecciosas en los animales es de suma importancia. Es por eso que la OMSA continuará ayudando a los países mediante la formulación de normas y directrices, la evaluación de marcos normativos para la prescripción de antimicrobianos y el apoyo a la implementación de programas de bioprotección y vacunación respecto de enfermedades prioritarias que puedan ayudar a reducir la necesidad de antimicrobianos, entre otras medidas.

Dra. Emmanuelle Soubeyran, Directora Geeneral de la OMSA

Un camino claro

En la declaración se formaliza la Secretaría Conjunta Cuatripartita permanente sobre la RAM como mecanismo central de coordinación para apoyar la respuesta mundial a la RAM. En ella también se pide a las organizaciones de la Alianza Cuatripartita que, junto con los países, actualicen el Plan de Acción Mundial sobre la Resistencia a los Antimicrobianos para 2026 a fin de garantizar una respuesta multisectorial sólida e inclusiva a través de un enfoque de «Una sola salud». En la declaración también se otorga a la Alianza Cuatripartita el mandato de hacer un seguimiento e informar sobre la implementación del Plan de Acción Mundial y los resultados de la declaración política.

También se reconocen las contribuciones fundamentales de los mecanismos mundiales de gobernanza de la RAM, entre ellos el Grupo de Líderes Mundiales y la Plataforma de Asociación Multipartita contra la RAM, y se adquiere el compromiso de fortalecer esta última, entre otras cosas, para facilitar el intercambio multisectorial de experiencias y mejores prácticas y la evaluación de los progresos de los Estados Miembros en la aplicación de los planes de acción nacionales multisectoriales sobre la RAM. La Alianza Cuatripartita se complace en aceptar la petición que se le realiza en la declaración de que establezca un panel independiente de pruebas para la acción contra la RAM en 2025, tras una consulta mundial con los países. El panel apoyará a los países en los esfuerzos por combatir la RAM.

En la declaración se hace hincapié en aspectos clave, incluida la importancia del acceso a medicamentos, tratamientos y pruebas diagnósticas, al tiempo que se piden incentivos y mecanismos de financiación para impulsar la investigación, la innovación y el desarrollo multisectoriales en materia de salud para hacer frente a la RAM. Es fundamental que exista una colaboración más sólida y transparente entre los sectores público y privado, así como entre las instituciones académicas.

En la declaración también se alienta a los países a notificar datos de vigilancia de calidad sobre la resistencia a los antimicrobianos y el uso de antimicrobianos para 2030 utilizando los sistemas mundiales existentes, como el Sistema Mundial de Vigilancia de la Resistencia a los Antimicrobianos y de su Uso (GLASS), la base de datos mundial sobre el uso de antimicrobianos en los animales (ANIMUSE) de la OMSA y la plataforma de la FAO para el seguimiento de la resistencia a los antimicrobianos (InFARM). Además, se pide que el 95% de los países informen anualmente sobre la aplicación de sus planes de acción nacionales sobre la RAM a través de la encuesta de autoevaluación nacional de seguimiento de la RAM (TrACSS).

La Tercera Conferencia Ministerial Mundial de Alto Nivel sobre la Resistencia a los Antimicrobianos, celebrada en Mascate (Omán) y finalizada hoy, ha examinado por primera vez las metas para abordar el desafío global que supone la resistencia a los antimicrobianos (RAM). La conferencia y sus metas cuantitativas sobre el uso de antimicrobianos en los sectores humano y animal allanarán el camino para alcanzar compromisos políticos audaces en la próxima reunión de alto nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la RAM que tendrá lugar en 2024.

La conferencia acordó el Manifiesto Ministerial de Mascate, donde se establecen estas tres metas globales:

  • Reducir al menos entre el 30% y el 50% para 2030 la cantidad total de antimicrobianos que se utilizan en los sistemas agroalimentarios, impulsando para ello iniciativas nacionales y mundiales;
  • Preservar los antimicrobianos de importancia crítica para la medicina humana, abandonando, para ello, el uso de los antimicrobianos importantes como medicamentos para estimular el crecimiento de los animales;
  • Garantizar que para 2030 los antibióticos del grupo de acceso (una categoría de antibióticos asequibles, seguros y con bajo riesgo de RAM) representen al menos el 60% del consumo total de antibióticos en los seres humanos.

Las metas acordadas a nivel global serán fundamentales para proteger la eficacia de los antimicrobianos y frenar el avance de la RAM en todo el mundo, así como para disminuir la contaminación ambiental, lo que a su vez reducirá la propagación de la propia RAM.

Los países también se comprometieron a poner en marcha planes nacionales de acción sobre la RAM y a mejorar la vigilancia reforzando la notificación y la gestión de datos, la implicación del sector privado y la aplicación de prácticas basadas en la evidencia.

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA, fundada como OIE), conocidos como la Alianza Cuatripartita, acogen con satisfacción los resultados de la Conferencia para acelerar la labor destinada a combatir la RAM.

Es posible que la pandemia de COVID‑19 haya mermado las iniciativas mundiales para combatir la RAM, pero también ha puesto de manifiesto los vínculos críticos que existen entre los seres humanos, los animales y el ecosistema ambiental. Hay una serie de partes interesadas que comparten la responsabilidad de seguir respondiendo de forma colectiva a la RAM, entre ellas los sectores sanitario, farmacéutico, veterinario, de seguridad alimentaria, agropecuario y medioambiental.

«La FAO sabe lo importante que resulta reducir la necesidad de  usar antimicrobianos en las explotaciones agropecuarias, y pronto pondrá en marcha una iniciativa mundial a diez años vista para brindar un apoyo integral a los Miembros centrado en transformar los sistemas agroalimentarios a fin de favorecer esa reducción», aseguró el Director General de la FAO, el Sr. QU Dongyu.

«Los informes facilitados por los países indican que un tercio de los planes nacionales de acción sobre la RAM no abarcan el medio ambiente. Este dato pone de manifiesto la importancia de brindar apoyo a los países para que adopten medidas orientadas a prevenir y reducir la contaminación ambiental. Si nos centramos en todas sus dimensiones y trabajamos juntos será posible reducir la carga de la RAM. El PNUMA se ha comprometido a colaborar con los Estados Miembros y los principales asociados, incluidas las organizaciones de la Alianza Cuatripartita, para hacer frente a la RAM», dijo la Secretaria General Adjunta de las Naciones Unidas y Directora Ejecutiva del PNUMA, la Sra. Inger Andersen.

«La resistencia a los antimicrobianos es uno de los desafíos más urgentes y complejos de nuestros tiempos, y sin embargo no atrae la misma atención que una pandemia, una guerra o una emergencia humanitaria, tal vez porque resulta menos impactante», dijo el Director General de la OMS, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus. «Tengo la firme esperanza de que esta reunión allane el camino hacia el logro de compromisos políticos audaces (y concretos) en la reunión de alto nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la RAM que se celebrará en 2024».

En los últimos años el uso de antimicrobianos en animales ha disminuido de forma generalizada. Si reforzamos los procedimientos de bioseguridad y de cría, por ejemplo, la vacunación de los animales, podremos seguir avanzando hacia la materialización de este gran logro y alcanzar de manera sostenible los objetivos acordados. La mejor manera de prevenir la resistencia a los antimicrobianos es reducir la necesidad de utilizarlos.




Dra. Monique Eloit, Directora General de la OMSA

La conferencia marca la conclusión de la Semana Mundial de Concienciación sobre el Uso de los Antimicrobianos, que consiste en una campaña global de una semana de duración que reúne una vez al año a líderes de todos los sectores a fin de dar a conocer las medidas necesarias para preservar y proteger los antimicrobianos.                 

Tal como se destaca en el Manifiesto, la Alianza Cuatripartita seguirá intensificando el apoyo mediante la aplicación de un enfoque de «Una sola salud», que equilibra y optimiza la salud de las personas, los animales, las plantas y los ecosistemas. Asimismo, la asociación seguirá trabajando para coordinar la puesta en práctica de una respuesta mundial y multisectorial a la RAM, promover una gobernanza y un liderazgo sólidos y respaldar a los países en la elaboración y aplicación de planes nacionales de acción sobre la RAM.


Notas para los redactores:

Los antimicrobianos son agentes que se utilizan para prevenir, controlar y tratar enfermedades infecciosas en los seres humanos, los animales y las plantas. Algunos ejemplos de ellos son los antibióticos, fungicidas, medicamentos antivíricos y parasiticidas.

La resistencia a los antimicrobianos (AMR) es un fenómeno consistente en que las bacterias, los virus, los hongos y los parásitos dejan de responder a los agentes antimicrobianos. Como resultado de la resistencia a los fármacos, antibióticos y otros agentes antimicrobianos, estos productos pierden su eficacia, lo que dificulta o imposibilita el tratamiento de las infecciones, y en consecuencia aumenta el riesgo de propagación de enfermedades, de aparición de formas graves de enfermedades y de muerte.

Acerca de las organizaciones de la Alianza Cuatripartita:

Acerca de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)

La FAO es la agencia de las Naciones Unidas que lidera el esfuerzo internacional para poner fin al hambre. Su objetivo es lograr la seguridad alimentaria para todos, y al mismo tiempo garantizar el acceso regular a alimentos suficientes y de buena calidad para llevar una vida activa y sana. Con 195 miembros (194 países y la Unión Europea), la FAO trabaja en más de 130 países en todo el mundo.

Para más información puede ponerse en contacto con: Peter Mayer, Oficina de Prensa de la FAO: [email protected]

Acerca del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA)

El PNUMA es la autoridad ambiental líder en el mundo. Proporciona liderazgo y alienta el trabajo conjunto en el cuidado del medio ambiente, inspirando, informando y capacitando a las naciones y a los pueblos para mejorar su calidad de vida sin comprometer la de las futuras generaciones.

Para más información puede ponerse en contacto con: Keisha Rukikaire, Responsable de noticias y medios del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente

Acerca de la Organización Mundial de la Salud (OMS):

Dedicada al logro del bienestar de todas las personas y guiada por la ciencia, la Organización Mundial de la Salud lidera y apoya las medidas que se aplican en todo el mundo para dar a todas las personas, en todas partes, las mismas oportunidades de llevar una vida sana.

Para más información puede ponerse en contacto con: Preguntas de los medios de comunicación a la OMS: [email protected]

Acerca de la Organización Mundial de Sanidad Animal:

La OMSA es la autoridad mundial en materia de sanidad animal: trabaja más allá de las fronteras para mejorar la sanidad de los animales y nuestro futuro, puesto que la sanidad animal repercute en la salud de todos.

Para más información puede ponerse en contacto con: Consultas de prensa a la OMSA: [email protected]

Hoy se ha lanzado un nuevo Plan de acción conjunto sobre Una Salud por parte de la asociación cuatripartita: la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA, antes OIE) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). 

Este primer plan conjunto sobre Una Salud pretende crear un marco para integrar los sistemas y la capacidad de manera que podamos prevenir, predecir, detectar y responder mejor colectivamente a las amenazas para la salud. En última instancia, esta iniciativa pretende mejorar la salud de los seres humanos, los animales, las plantas y el medio ambiente, contribuyendo al mismo tiempo al desarrollo sostenible. 

El Plan de acción conjunto sobre Una Salud, desarrollado a través de un proceso participativo, ofrece un conjunto de actividades destinadas a reforzar la colaboración, la comunicación, la creación de capacidad y la coordinación por igual en todos los sectores responsables de abordar los retos sanitarios en la interfaz entre los seres humanos, los animales, las plantas y el medio ambiente.  

El Plan de acción conjunto sobre Una Salud      

El plan quinquenal (2022-26) se centra en apoyar y ampliar las capacidades en seis ámbitos: Las capacidades de Una Salud para los sistemas sanitarios, la aparición o reaparición de epidemias zoonóticas, las enfermedades zoonóticas endémicas, las enfermedades tropicales olvidadas y las transmitidas por vectores, los riesgos para la inocuidad de los alimentos, la resistencia a los antimicrobianos y el medio ambiente. 

Este documento técnico se basa en pruebas, mejores prácticas y las orientaciones existentes. Abarca un conjunto de medidas que pretenden hacer avanzar Una Salud en los planos mundial, regional y nacional. Estas medidas incluyen, en particular, el desarrollo orientaciones de ejecución para los países, socios internacionales y actores no estatales, como organizaciones de la sociedad civil, asociaciones profesionales, instituciones académicas y de investigación. 

El plan establece objetivos operativos, entre los que se incluyen: proporcionar un marco para la acción colectiva y coordinada con el fin de incorporar el enfoque “Una salud” en todos los niveles; proporcionar asesoramiento normativo y legislativo previo y asistencia técnica para ayudar a establecer objetivos y prioridades nacionales; y promover la colaboración multinacional, multisectorial y multidisciplinaria, el aprendizaje y el intercambio de conocimientos, soluciones y tecnologías. También fomenta los valores de la cooperación y la responsabilidad compartida, la acción y la asociación multisectorial, la equidad de género y la inclusión. 

¿Por qué Una Salud? 

“Una salud” es el principal enfoque para abordar los complejos retos sanitarios a los que se enfrenta nuestra sociedad, como la degradación de los ecosistemas, los fallos del sistema alimentario, las enfermedades infecciosas y la resistencia a los antimicrobianos.  

Utilizar el enfoque ‘Una salud’ que reúna a todos los sectores pertinentes es fundamental para hacer frente a las amenazas sanitarias mundiales, como la viruela del mono, la COVID-19 y el ébola”. La Dra. Monique Eloit, directora general de la OMSA, destaca la necesidad de mejorar la capacidad de prevención de enfermedades en todos los sectores. “Todo empieza por garantizar la sanidad de los animales. La sanidad animal es nuestra salud, es la salud de todos”. 

El Sr. QU Dongyu, Director General de la FAO, añadió: “Una Salud debe comenzar por una correcta ordenación de la tierra y el cese de la deforestación, lo que ayudará a las personas y a sus animales en el entorno circundante. Necesitamos que todos los sectores colaboren estrechamente para identificar e implementar medidas de adaptación y mitigación”. 

La Sra. Inger Andersen, Directora Ejecutiva del PNUMA, afirmó a su vez que “todo el mundo tiene derecho a un medio ambiente limpio y saludable: la base de toda la vida en la Tierra. La actual pandemia demuestra inequívocamente que la degradación de la naturaleza está aumentando los riesgos para la salud en todos los ámbitos”. Los esfuerzos de un solo sector o especialidad no pueden prevenir o eliminar las enfermedades infecciosas y otras amenazas complejas para Una Salud. Y añadió: “Las poblaciones vulnerables de todas las especies, incluidos los seres humanos más pobres y marginados, son las que soportan los costes más elevados. El Plan de acción conjunto reducirá los riesgos sanitarios mediante un enfoque integrado de la salud humana, animal y medioambiental”. 

Está claro que el enfoque ‘Una salud’ debe ser fundamental en nuestro trabajo compartido para reforzar las defensas del mundo frente a epidemias y pandemias como la del COVID-19. Por eso Una Salud es uno de los principios rectores del nuevo acuerdo internacional para la prevención, preparación y respuesta ante las pandemias, que nuestros Estados Miembros están negociando ahora”, afirmó el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS.  

Sobre la base de las estructuras y acuerdos existentes, se están desarrollando mecanismos de financiación coordinada para apoyar la implementación del plan. La asociación cuatripartita unirá sus fuerzas para obtener los recursos necesarios en apoyo del enfoque común para hacer frente a las amenazas sanitarias cruciales y promover la salud de los seres humanos, los animales, las plantas y el medio ambiente. 

Comunicado de prensa conjunto de la FAO/OMSA/OMS/PNUMA

El fin de la asociación reforzada es acelerar la estrategia coordinada sobre la salud de los seres humanos, los animales y los ecosistemas

Roma/París/Ginebra/Nairobi – La labor, encaminada a abordar los problemas relacionados con la salud humana, animal y de los ecosistemas utilizando un enfoque más integrado, ha registrado un avance considerable en el último año, según dijeron los líderes de las tres organizaciones internacionales que cooperan en estos sectores, al ampliar el grupo para incluir un cuarto organismo: el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

En su reunión ejecutiva anual de esta semana, la asociación tripartita en favor de Una Salud, que agrupa a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización Mundial de Sanidad Animal y la Organización Mundial de la Salud (OMS), se convirtió oficialmente en cuadripartita al firmar un memorando de entendimiento con el PNUMA. 

El enfoque “Una sola salud” tiene por fin equilibrar y optimizar de manera sostenible la salud de las personas, los animales, los ecosistemas y el medio ambiente en general. Moviliza múltiples sectores, disciplinas y comunidades para que colaboren a fin de fomentar el bienestar y hacer frente a las amenazas contra la salud y los ecosistemas. Y aborda la necesidad colectiva de disponer de agua, energía y aire limpios y alimentos inocuos y nutritivos, adoptar medidas con respecto al cambio climático y contribuir al desarrollo sostenible. 

“Con la incorporación del PNUMA a la asociación tripartita nos hacemos más fuertes”, dijo el Sr. QU Dongyu, Director General de la FAO, añadiendo que “el PNUMA actúa ya en varias esferas de interés para la labor de la asociación”. En el memorando de entendimiento se señala que el PNUMA establece el programa ambiental a nivel mundial, promueve la aplicación coherente de la dimensión ambiental del desarrollo sostenible dentro del sistema de las Naciones Unidas y actúa como firme defensor del medio ambiente en todo el mundo. 

La labor de la alianza recientemente ampliada se centrará en el Plan de acción conjunto sobre Una Salud, el cual comprende seis líneas de acción principales: aumentar la capacidad de los países para reforzar los sistemas sanitarios con arreglo al enfoque “Una salud”; reducir los riesgos de aparición o reaparición de epidemias y pandemias zoonóticas; controlar y erradicar las enfermedades zoonóticas endémicas, enfermedades tropicales desatendidas y enfermedades transmitidas por vectores; reforzar la evaluación, la gestión y la comunicación de los riesgos en materia de inocuidad de los alimentos; frenar la pandemia silenciosa de la resistencia a los antimicrobianos; integrar mejor el medio ambiente en el enfoque “Una salud”.

La puesta en práctica del Plan de acción como desafío principal 

Cuando la FAO cedió la Presidencia rotatoria de la Secretaría a la OMS, el Director General de la Organización, Sr. QU, afirmó que en el último año se habían logrado grandes avances en la elaboración colectiva del Plan de acción, a lo que añadió: “Ahora el desafío reside en la puesta en práctica: ¿cómo traducimos nuestra labor a medidas sobre el terreno para ayudar a nuestros Miembros? ¿Y cómo movilizamos fondos y mecanismos de financiación en apoyo al Plan de acción conjunto?”

En su discurso de apertura, el Director General de la OMS, Sr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo: “Debemos construir una estructura de gobernanza de ‘Una Salud’ más integral y coordinada a nivel mundial. Necesitamos una fuerza de trabajo fuerte, una firme voluntad política y una continua inversión financiera. Tenemos que desarrollar una forma más proactiva de comunicarnos y colaborar entre sectores, disciplinas y comunidades para inducir el cambio requerido.”

La Directora General de la OMSA, Sra. Monique Eloit, reconoció el hito fundamental que representa el memorando de entendimiento con el PNUMA con estas palabras: “Hoy, me complace especialmente que nuestra colaboración tripartita se amplíe para incluir al PNUMA como asociado en pie de igualdad. El mandato, los conocimientos especializados y las redes que posee harán una contribución importante a fomentar Una Salud. Este nuevo capítulo en nuestra asociación nos hará más fuertes y nos permitirá estar mejor preparados para prestar asistencia a nuestros Miembros y abordar los problemas sanitarios mundiales.” 

La Directora Ejecutiva del PNUMA, Sra. Inger Andersen, dijo, por su parte: “Lo que es evidente para todos los que participamos en Una Salud es que ningún sector puede resolver por sí solo los numerosos problemas a los que nos enfrentamos”. Para proteger la salud humana, animal y ambiental —y garantizar el futuro mismo de este planeta— necesitamos más colaboración y asociaciones. Debemos permanecer unidos y trabajar en colaboración si queremos prosperar juntos. El PNUMA, como nuevo miembro de pleno derecho de la asociación tripartita, está dispuesto a cumplir su parte como asociado en pie de igualdad”. 

Mayor conciencia sobre Una sola Salud 

En estos momentos en que el mundo entra en el tercer año de la pandemia de COVID-19, con un costo estimado de 8 a 16 trillones de dólares, hay una mayor conciencia y un amplio reconocimiento de la importancia de “Una salud”, como enfoque a largo plazo, viable y sostenible. Y el enfoque está ya muy arraigado en el programa mundial, desde el Grupo de los Siete (G7) y el Grupo de los Veinte (G20) hasta la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios. Para apoyar una coalición mundial en favor de Una Salud, en la Cumbre se suscribió un compromiso al respecto, destinado a fomentar la colaboración entre distintos sectores y disciplinas, y en todos los estratos de la sociedad. Dicho compromiso ayudará a configurar las vías de transformación de los sistemas agroalimentarios nacionales en el marco del seguimiento de la Cumbre. 

El año pasado, la asociación tripartita puso en marcha una serie de iniciativas en relación con Una Salud, entre ellas, iniciativas relacionadas con la resistencia a los antimicrobianos. El Grupo de expertos de alto nivel sobre Una Salud desempeñó una importante función de asesoramiento científico. Se reforzaron las plataformas regionales sobre Una Salud y se crearon otras nuevas para compartir información y mejores prácticas. También se lograron importantes progresos en el establecimiento del Marco conjunto y el Grupo de liderazgo mundial sobre la resistencia a los antimicrobianos, así como en la labor encaminada a crear una plataforma de asociación entre múltiples partes interesadas en la materia y a movilizar recursos y medidas para combatir la resistencia a los antimicrobianos que representa una amenaza contra la vida de millones de personas. Estos logros reflejan el éxito de la cooperación entre la asociación tripartita y el PNUMA, que ahora ha alcanzado un gran hito con la firma de un acuerdo de colaboración oficial.

Foto: (c) FAO

Ginebra, Nairobi, París, Roma

El Grupo de Liderazgo Mundial sobre la Resistencia a los Antimicrobianos ha hecho hoy un llamamiento a todos los países para que reduzcan la cantidad de residuos de antimicrobianos que se vierten al medio ambiente. Con ese fin, deberían realizarse estudios y aplicar medidas para eliminar de forma segura estos residuos de los alimentos, los sistemas de salud humana y sanidad animal y las instalaciones de fabricación.

El llamamiento se hace en vísperas de la Asamblea de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente, que se celebrará en Nairobi y en línea del 28 de febrero al 2 de marzo de 2022, y en la que los países tratarán los problemas ambientales más acuciantes que enfrenta el mundo.

El Grupo de Liderazgo Mundial, que integran jefes de Estado, ministros y dirigentes del sector privado y la sociedad civil, se estableció en noviembre de 2020 para impulsar el liderazgo, la acción y los compromisos políticos a nivel mundial en relación con la resistencia a los antimicrobianos. Este Grupo está copresidido por las excelentísimas señoras Mia Amor Mottley, Primera Ministra de Barbados, y Sheikh Hasina, Primera Ministra de Bangladesh.

Los residuos de medicamentos antimicrobianos contaminan el medio ambiente

En su declaración, el Grupo de Liderazgo Mundial pide a todos los países que mejoren las medidas de tratamiento y eliminación de los desechos que contienen antimicrobianos y las escorrentías procedentes de las instalaciones de fabricación, las explotaciones agrarias, los hospitales y otras fuentes.

Los antimicrobianos administrados a los seres humanos, los animales y las plantas entran en el medio ambiente y en las fuentes de agua (incluidas las de agua potable) a través de las aguas residuales, los desechos, las escorrentías y las aguas negras y, por esa vía, propagan organismos farmacorresistentes y, por consiguiente, la propia resistencia a los antimicrobianos.

Este problema podría dar lugar a una mayor aparición y propagación de superbacterias resistentes a varios tipos de fármacos antimicrobianos [1] y perjudicar también a otros organismos presentes en el medio ambiente.

Es fundamental reducir la cantidad de contaminación por antimicrobianos que se vierte al medio ambiente para que estos fármacos sigan siendo eficaces

El Grupo de Liderazgo Mundial hace un llamamiento a todos los países a fin de que promulguen y apliquen reglamentos y normas para supervisar y controlar mejor la distribución de antimicrobianos y organismos resistentes a los medicamentos y su vertido al medio ambiente.

Estas son otras medidas esenciales recomendadas:

  1. En el sector de la fabricación, elaborar normas nacionales para regular la contaminación por antimicrobianos causada por los procesos de fabricación, con objeto de controlar y monitorear mejor dicha contaminación.
  2. En el sector de la salud humana y la sanidad animal, hacer cumplir la legislación y las políticas de reducción o eliminación del uso de antimicrobianos cuando no se haga bajo la supervisión de un profesional de la salud cualificado.
  3. En los sistemas alimentarios, aplicar normas para tratar y gestionar los vertidos de las explotaciones de animales destinados a la alimentación, las explotaciones acuícolas y los campos de cultivo.

No actuar tendrá consecuencias desastrosas para la salud humana y la sanidad animal, vegetal y ambiental

Los fármacos antimicrobianos, entre ellos los antibióticos, los antimicóticos y los antiparasitarios, se utilizan en medicina y veterinaria en todo el mundo para tratar y prevenir enfermedades tanto de las personas como de los animales. Asimismo, se administran en ocasiones a los animales destinados a la producción de alimentos para favorecer su crecimiento con buena salud. En la agricultura se emplean también plaguicidas antimicrobianos para prevenir y tratar las enfermedades vegetales.

El uso actual de fármacos antimicrobianos en los seres humanos, los animales y los vegetales está provocando un aumento preocupante de la farmacorresistencia y está dificultando el tratamiento de las infecciones.

Los microbios y patógenos causantes de enfermedades que resisten la acción de algunos medicamentos pueden transmitirse entre personas, animales y plantas y a través de los alimentos y contaminar el medio ambiente.

Además, la crisis climática puede contribuir a que aumente la resistencia a los antimicrobianos. [2]

Los patógenos resistentes a los medicamentos causan casi 5 millones de defunciones al año. Es necesario actuar urgentemente para frenar el aumento y la propagación de la resistencia a los antimicrobianos en todos los países. Si no lo hacemos, nos acercaremos rápidamente a un punto de inflexión en el que los antimicrobianos necesarios para tratar las infecciones en el ser humano, los animales y los vegetales dejarán de ser eficaces.

El impacto en los sistemas de salud locales y mundiales, en las economías, en la seguridad alimentaria y en los sistemas alimentarios será devastador.

«Los vínculos entre la resistencia a los antimicrobianos, la sanidad ambiental y la crisis climática son cada vez más evidentes. Debemos actuar ahora para proteger el medio ambiente y a las personas de todo el mundo de los efectos nocivos de la contaminación por antimicrobianos».



Excelentísima señora Mia Amor Mottley, Primera Ministra de Barbados y copresidenta del Grupo de Liderazgo Mundial,

La excelentísima señora Mia Amor Mottley, Primera Ministra de Barbados y copresidenta del Grupo de Liderazgo Mundial, ha declarado: «Los vínculos entre la resistencia a los antimicrobianos, la sanidad ambiental y la crisis climática son cada vez más evidentes. Debemos actuar ahora para proteger el medio ambiente y a las personas de todo el mundo de los efectos nocivos de la contaminación por antimicrobianos».

Todos los países deben priorizar los conocimientos y la gestión de la contaminación por antimicrobianos en todo el mundo

Aunque se desconoce el alcance exacto de la contaminación por antimicrobianos en el mundo, la evidencia indica que podría dar lugar a incrementos significativos de la resistencia a estos fármacos. Por ejemplo, se han encontrado bacterias multirresistentes en las aguas marinas y en los sedimentos cercanos a los lugares donde se vierten desechos de la acuicultura, las industrias y los asentamientos urbanos. [3]

Las personas de todos los países pueden ayudar a eliminar correctamente los medicamentos caducados y no utilizados.

Por su parte, los inversores pueden invertir en la investigación y el desarrollo de tecnologías costoeficaces de tratamiento de residuos que sean más ecológicas.


[1] PNUMA (2017). Fronteras 2017. Nuevos temas de interés medioambiental. Disponible aquí.

[2] Grupo de Líderes Globales sobre Resistencia Antimicrobiana (2021). Resistencia a los antimicrobianos y crisis climática. Disponible aquí.

[3] PNUMA (2017). Fronteras 2017. Nuevos temas de interés medioambiental. Disponible aquí.


Notas para los redactores:

Reducir el vertido de antimicrobianos al medio ambiente procedentes de los sistemas alimentarios, las instalaciones de fabricación y los sistemas de salud humana

Llamamiento a la acción formulado por el Grupo de Liderazgo Mundial sobre la Resistencia a los Antimicrobianos

Marzo de 2022

Los vertidos de residuos y aguas tratados incorrectamente o sin tratar procedentes de diversas fuentes, incluidos los sistemas alimentarios, las instalaciones de fabricación y los sistemas de salud humana, pueden contener y liberar al medio ambiente antimicrobianos biológicamente activos, organismos resistentes a los antimicrobianos, antimicrobianos no metabolizados y productos que pueden causar resistencias a los antimicrobianos (por ejemplo, genes que confieren resistencia), con lo cual se puede propagar dicha resistencia. La principal estrategia para controlar esta propagación desde los sistemas de salud humana y alimentaria es utilizar los antimicrobianos de forma responsable y sostenible en los seres humanos, los animales terrestres y acuáticos, y los cultivos y vegetales. Además, es preciso aplicar medidas adecuadas para tratar y eliminar de forma segura los residuos, incluidos los de los humanos, los animales y las instalaciones de fabricación.  

El Grupo de Liderazgo Mundial elogia los continuos esfuerzos, en particular los de los países del G7, por reducir el vertido de antimicrobianos al medio ambiente y anima a los países a aplicar el Código de prácticas del Codex para minimizar y contener la resistencia a los antimicrobianos transmitida por los alimentos y las Directrices sobre el monitoreo y la vigilancia integrados de la resistencia a los antimicrobianos transmitida por los alimentos aprobadas en noviembre de 2021.

Para mejorar la gestión de los vertidos al medio ambiente que pueden contribuir a que aparezcan y se propaguen resistencias a los antimicrobianos, el Grupo de Liderazgo Mundial pide que se adopten las medidas siguientes:

1.  REFORZAR LA GOBERNANZA Y LA SUPERVISIÓN 

En general, los países deberían adoptar las siguientes medidas:

  • Elaborar o reforzar y aplicar marcos regulatorios, directrices, procedimientos operativos normalizados y normas para establecer niveles seguros, controlar mejor y supervisar la distribución y el vertido al medio ambiente de antimicrobianos, bacterias resistentes a los antimicrobianos y productos que pueden causar resistencias a los antimicrobianos procedentes de los alimentos, las instalaciones de fabricación y los sistemas de salud humana.
  • Incluir medidas de prevención y tratamiento en los planes de acción nacionales sobre la resistencia a los antimicrobianos para reducir al mínimo los efectos de los vertidos al medio ambiente.

En el sector de la fabricación en particular, los países deberían adoptar las siguientes medidas:

  • Elaborar y aplicar marcos jurídicos y normativos para fabricar antimicrobianos que tengan en cuenta el ciclo vital de estos fármacos, es decir, todo el periodo en que permanecen activos y pueden afectar a los sistemas circundantes. Así, sería más fácil evitar eficazmente los riesgos ambientales relacionados con la resistencia a los antimicrobianos, se protegerían mejor las cadenas de suministro de antibióticos y se fomentaría la concepción, el desarrollo, la fabricación y la comercialización de nuevos antibióticos y alternativas a los antimicrobianos, cuando sea necesario.
  • Promover y elaborar políticas y enfoques ambientales equilibrados y escalonados para gestionar y regular las instalaciones de fabricación y para prestar apoyo a las inspecciones ambientales, habida cuenta de la fragilidad actual de las cadenas de suministro y las importantes deficiencias que afectan al acceso.
  • Incentivar a la industria para que cumpla las normas y trate de alcanzar la excelencia, en particular destacando su contribución al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
  • Elaborar normas nacionales sobre la contaminación por antimicrobianos basadas en la mejor evidencia disponible, tecnologías de tratamiento y análisis de la situación, y reforzar la capacidad de las autoridades ambientales para auditar y supervisar la conformidad.

En el sector de la salud humana en particular, los países deberían adoptar las siguientes medidas:

  • Elaborar y aplicar políticas y protocolos de gestión racional de los antimicrobianos en los sistemas de salud humana que obliguen a utilizarlos y adquirirlos de forma responsable y sostenible, así como enfoques eficaces para tratar sus residuos.
  • Aplicar y hacer cumplir las leyes y políticas encaminadas a reducir o evitar el uso de antimicrobianos cuando no se haga bajo la supervisión de un profesional de la salud cualificado, garantizando al mismo tiempo que haya un acceso equitativo a antimicrobianos de calidad.

En los sistemas alimentarios en particular, los países deberían adoptar las siguientes medidas:

  • Elaborar o reforzar y aplicar marcos legislativos, directrices, procedimientos operativos normalizados y normas para tratar y gestionar eficazmente los vertidos de las explotaciones de animales destinados a la alimentación, las explotaciones acuícolas y los campos de cultivo, así como los residuos utilizados para regar los cultivos y la escorrentía de estos.
  • Elaborar y aplicar políticas y protocolos para gestionar racionalmente los antimicrobianos en los sistemas de salud humana, tanto fijos como móviles, que controlen que su uso y su suministro sean responsables y sostenibles, así como enfoques eficaces para tratar sus residuos.
2.  MEJORA DE LA VIGILANCIA Y DE LA DISPONIBILIDAD DE DATOS

Los países deberían adoptar las siguientes medidas:

  • Reforzar la vigilancia basada en el principio de «Una sola salud» del uso de los antimicrobianos en los sistemas alimentarios, los sistemas de salud humana y las instalaciones de fabricación, así como la vigilancia de los vertidos de antimicrobianos y de productos que pueden causar resistencias a ellos, incluso en los sistemas de alcantarillado. Con ese fin, se habrán de tener en cuenta factores como la necesidad de aprovechar los sistemas existentes, la rentabilidad, la comparabilidad de los datos y las principales lagunas existentes en los conocimientos sobre el destino, la concentración y el impacto de los vertidos en el medio ambiente y en los organismos presentes en él (por ejemplo, los microorganismos del suelo y los organismos acuáticos). Debe darse prioridad a la recopilación de datos que puedan ayudar a adoptar medidas específicas, como la comprensión más profunda de los riesgos para la salud humana y la sanidad animal y ambiental y de las vías de vertido al medio ambiente, y prestar apoyo a la elaboración de directrices sobre los enfoques de tratamiento de los residuos de antimicrobianos y los límites máximos que se pueden emitir.  
  • Promover la divulgación de datos de la industria, la transparencia y el acceso público a los datos sobre el tratamiento de residuos y aguas residuales y sobre las prácticas de mitigación para fomentar la credibilidad y confianza de los ciudadanos. En un principio, se podrían comunicar datos a los organismos reguladores y a terceras partes independientes (por ejemplo, mediante sistemas de certificación) para, posteriormente, tratar de promover un mayor acceso abierto que ayude a aumentar la concienciación y los conocimientos, contribuir a la investigación en curso y tener en cuenta las normas ambientales en las prácticas de adquisición y contratación.
3.  MEJORAR LA GESTIÓN DE LOS VERTIDOS

En general, todos los países deberían adoptar las siguientes medidas: 

  • Reducir la necesidad de utilizar antimicrobianos mediante la aplicación de medidas eficaces de prevención y control de infecciones en todos los sectores, incluidos el del agua, el saneamiento y la higiene (ASH), la vacunación, la bioprotección, y la cría y el bienestar de los animales.  
  • Desarrollar, aplicar y monitorear sistemas para la adecuada segregación, tratamiento y/o eliminación de antimicrobianos y sustancias que contienen antimicrobianos en todos los sectores (incluidos los piensos con antimicrobianos y los desechos humanos y animales). 
  • Desarrollar mecanismos para la recogida y eliminación adecuada de los antimicrobianos no utilizados y caducados por parte de personas y organizaciones.  
  • Garantizar la disponibilidad de incineradores asequibles y ambientalmente seguros y de tecnologías innovadoras para la destrucción y degradación de los antimicrobianos no utilizados o caducados. 

En general, las organizaciones técnicas internacionales pertinentes y sus asociados deberían elaborar orientaciones y exponer las mejores prácticas sobre las modalidades adecuadas de gestión de residuos en todos los sectores. 

En lo que respecta a los sistemas alimentarios: 

Todos los países deberían adoptar las siguientes medidas: 

  • Crear y aplicar planes de gestión de estiércol, aguas residuales, escorrentías y residuos agrícolas, procedimientos operativos normalizados, orientaciones, normas y medidas como el compostaje del estiércol y su aplicación en los campos agrícolas.
  • Aplicar enfoques de gestión del estiércol basados en la evidencia para que el estiércol pueda seguir utilizándose de forma segura como fertilizante natural en los campos agrícolas y apoyar las prácticas agrícolas agroecológicas, minimizando al mismo tiempo los riesgos de transferencia de bacterias resistentes a los antimicrobianos o de productos que pueden causar resistencias a los antimicrobianos. 

Las organizaciones técnicas internacionales deberían adoptar las siguientes medidas: 

  • Acelerar la elaboración de herramientas y orientaciones con el fin de apoyar la aplicación del Código de prácticas del Codex para minimizar y contener la resistencia a los antimicrobianos transmitida por los alimentos y las Directrices sobre el monitoreo y la vigilancia integrados de la resistencia a los antimicrobianos transmitida por los alimentos a lo largo de la cadena alimentaria (por ejemplo, en las instalaciones de procesamiento y producción de alimentos, los  mercados de alimentos frescos y animales vivos y los mataderos) con miras a minimizar los efectos del vertido de antimicrobianos en el medio ambiente.   

Las empresas que se dedican al sacrificio y procesamiento de animales destinados a la alimentación deberían adoptar las siguientes medidas:  

  • Evaluar las prácticas actuales de producción de alimentos para aplicar medidas que reduzcan los vertidos de subproductos, incluidos los biocidas, al medio ambiente y cumplir las normas y requisitos legales. 

En el sector de la fabricación: 

Las empresas fabricantes deberían adoptar las siguientes medidas: 

  • Comprometerse a adoptar medidas de prevención y gestión para minimizar los efectos de los vertidos de fabricación en el medio ambiente. Esto puede hacerse mediante tecnologías y prácticas eficaces de gestión de residuos, la adopción y aplicación del marco común de fabricación de antibióticos y los planes de certificación independiente propuestos por la Alianza de la Industria contra la Resistencia a los Antimicrobianos.  

Todas las partes interesadas deberían adoptar las siguientes medidas: 

  • Evaluar las opciones y apoyar los esfuerzos para crear un entorno propicio que influya en la inversión y la apoye mediante incentivos y esfuerzos en materia de gestión de residuos farmacéuticos sin poner en peligro el acceso a los antimicrobianos. Dichas evaluaciones pueden incluir una valoración de las políticas de adquisición sostenible, la inclusión de consideraciones ambientales en las buenas prácticas de fabricación, la evaluación del riesgo ambiental antes de la autorización de los antimicrobianos y un plan de certificación independiente de los productos.  
4. INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO 

Las organizaciones y asociados internacionales técnicos, de financiación y de investigación y desarrollo deberían adoptar las siguientes medidas: 

  • Potenciar y coordinar la investigación para una comprensión integral de los riesgos para la salud humana y animal derivados de la presencia en el medio ambiente de antimicrobianos, microbios resistentes y elementos genéticos móviles en los vertidos, así como los posibles puntos calientes, los efectos ambientales, las vías de propagación de la resistencia a los antimicrobianos y las medidas de mitigación.  
  • Promover la investigación y el desarrollo, en los sectores público y privado, de tecnologías de gestión de residuos costoeficaces y más ecológicas, en particular métodos para eliminar los residuos antimicrobianos, los genes que confieren resistencia y los organismos resistentes, así como otras herramientas (por ejemplo, incineradores sensibles al clima y tecnologías de medición) y métodos de monitoreo normalizados, y apoyar la incorporación de las mejores prácticas en la gestión de procesos y residuos en todos los sectores.  
  • Elaborar reseñas normativas sobre la resistencia a los antimicrobianos y organizar diálogos normativos entre los responsables de la formulación de políticas para apoyar la elaboración de políticas basadas en la evidencia. 

Información acerca del Grupo de Liderazgo Mundial sobre la Resistencia a los Antimicrobianos

El Grupo de Liderazgo Mundial sobre la Resistencia a los Antimicrobianos se creó en noviembre de 2020 y desempeña una función independiente de asesoramiento y promoción a nivel mundial con el objetivo principal de mantener la urgencia, el apoyo público, el impulso político y la visibilidad del problema de la resistencia a los antimicrobianos en la agenda mundial. La misión del grupo es colaborar a nivel mundial con los gobiernos, los organismos, la sociedad civil y el sector privado a través de un enfoque de «Una sola salud» para asesorar y abogar por la acción política con miras a mitigar las infecciones farmacorresistentes a través del acceso y el uso responsables y sostenibles de los antimicrobianos.

El Grupo está copresidido por las excelentísimas señoras Sheikh Hasina, Primera Ministra de Bangladesh, y Mia Amor Mottley, Primera Ministra de Barbados, y está compuesto por jefes de Estado, ministros en ejercicio o exministros y/o altos funcionarios gubernamentales que actúan a título individual, junto con altos representantes de fundaciones, organizaciones de la sociedad civil y el sector privado. También incluye a los directores de las organizaciones de la iniciativa tripartita —la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) y la Organización Mundial de la Salud (OMS)—, así como del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), a título ex officio.

La Secretaría Conjunta Tripartita, una iniciativa conjunta de la FAO, la OIE y la OMS, así como el PNUMA, presta apoyo de secretaría al Grupo.

Información acerca de la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente

La Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente es el máximo órgano mundial de adopción de decisiones en materia ambiental. A través de sus resoluciones y llamamientos a la acción, la Asamblea ejerce liderazgo y cataliza la acción intergubernamental sobre el medio ambiente. La reanudación de su quinta sesión se celebrará en Nairobi (Kenya) y en línea del 28 de febrero al 2 de marzo de 2022.

Ginebra, Nairobi, París, Roma, 24 de agosto de 2021 – El Grupo de Liderazgo Mundial sobre la Resistencia a los Antimicrobianos ha apelado hoy a todos los países para que reduzcan considerablemente los niveles de antimicrobianos utilizados en los sistemas alimentarios mundiales. Ello conlleva dejar de utilizar antimicrobianos de importancia médica para fomentar el crecimiento en animales sanos y usar en general antimicrobianos con más responsabilidad.

El llamamiento llega antes de la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios que se celebra en Nueva York el 23 de septiembre de 2021 y en la que los países analizarán sus opciones para transformar los sistemas alimentarios mundiales.

El Grupo de Liderazgo Mundial sobre la Resistencia a los Antimicrobianos está integrado por jefes de Estado, ministros gubernamentales y dirigentes del sector privado y de la sociedad civil. El Grupo, que se estableció en noviembre de 2020 para acelerar el impulso político mundial, el liderazgo y la acción sobre la resistencia a los antimicrobianos (RAM), está copresidido por las Excmas. Sras. Mia Amor Mottley, Primera Ministra de Barbados, y Sheikh Hasina, Primera Ministra de Bangladesh.

Reducir el uso de antimicrobianos en los sistemas alimentarios es clave para que sigan siendo eficaces

El Grupo de Liderazgo Mundial apela en su declaración a todos los países y dirigentes de diferentes sectores para que tomen medidas audaces que permitan hacer frente a la farmacorresistencia.

Uno de los principales llamamientos a la acción aboga por un uso más responsable de antimicrobianos en los sistemas alimentarios y por la reducción considerable del uso de los medicamentos más importantes para el tratamiento de enfermedades en los seres humanos, los animales y las plantas.

Los otros llamamientos a la acción son los siguientes:

  1. Poner fin al uso de los antimicrobianos cruciales para la medicina humana en el fomento del crecimiento de los animales.
  2. Limitar la cantidad de antimicrobianos administrados para prevenir infecciones en animales y plantas sanos y garantizar que todo uso se realice bajo supervisión reglamentaria.
  3. Eliminar o reducir considerablemente la venta libre de antimicrobianos importantes para fines médicos o veterinarios.
  4. Reducir la necesidad general de antimicrobianos mejorando los programas de prevención y control de infecciones, higiene, bioseguridad y vacunación en la agricultura y la acuicultura.
  5. Garantizar el acceso a antimicrobianos de calidad y asequibles para la salud animal y humana y promover la innovación de alternativas sostenibles y basadas en la evidencia a los antimicrobianos en los sistemas alimentarios.

La inacción tendrá consecuencias nefastas para la salud humana, animal, vegetal y ambiental

Los antimicrobianos (incluidos los antibióticos, los antifúngicos y los antiparasitarios) se utilizan en la producción de alimentos en todo el mundo. Se administran a los animales no solo con fines veterinarios (para tratar y prevenir enfermedades), sino también para fomentar el crecimiento de animales sanos.

Los plaguicidas antimicrobianos también se utilizan en la agricultura para tratar y prevenir enfermedades en las plantas.

Muchos de los antimicrobianos utilizados en los sistemas alimentarios son iguales o similares a los utilizados para tratar a los seres humanos. El uso actual en humanos, animales y plantas está dando lugar a un preocupante aumento de la farmacorresistencia y haciendo que las infecciones sean más difíciles de tratar. Es posible que el cambio climático contribuya también al aumento de la resistencia a los antimicrobianos.

Las enfermedades farmacorresistentes ya causan al menos 700 000 muertes cada año entre los seres humanos en todo el mundo.

Si bien se han registrado importantes reducciones en el uso de antibióticos en animales en el ámbito mundial, es necesario reducirlo todavía más.

Si no se toman medidas drásticas e inmediatas para reducir considerablemente el uso de antimicrobianos en los sistemas alimentarios, el mundo se dirige rápidamente hacia un punto de inflexión en que los antimicrobianos en los que se confía para tratar infecciones en humanos, animales y plantas dejarán de ser eficaces. Los efectos de ello en los sistemas de salud, las economías, la seguridad alimentaria y los sistemas alimentarios tanto en el ámbito local como mundial serán devastadores.

“No podemos hacer frente a los crecientes niveles de resistencia a los antimicrobianos sin utilizar esos fármacos con más moderación en todos los sectores”, señala la copresidenta del Grupo de Liderazgo Mundial  sobre la Resistencia a los Antimicrobianos, la Excma. Sra. Mia Amor Mottley, Primera Ministra de Barbados. “El mundo está en una carrera contra la resistencia a los antimicrobianos, y es una carrera que no podemos permitirnos perder”.

Reducir el uso de los antimicrobianos en los sistemas alimentarios debe ser una prioridad para todos los países

“Utilizar de forma más responsable los antimicrobianos en los sistemas alimentarios debe ser una prioridad para todos los países”, declara la copresidenta del Grupo de Liderazgo Mundial sobre la Resistencia a los Antimicrobianos, la Excma. Sra. Sheikh Hasina, Primera Ministra de Bangladesh. “La acción colectiva en todos los sectores pertinentes es crucial para proteger nuestros medicamentos más preciados, en beneficio de todos, en todas partes”.

Los consumidores de todos los países pueden desempeñar una función esencial eligiendo alimentos procedentes de productores que utilizan antimicrobianos de manera responsable.

Los inversores también pueden contribuir invirtiendo en sistemas alimentarios sostenibles.

También es necesario invertir urgentemente para poner en marcha alternativas eficaces al uso de los  antimicrobianos en los sistemas alimentarios, como vacunas y medicamentos de sustitución.

La OIE, a través de la secretaría conjunta Tripartita sobre resistencia a los antimicrobianos con la FAO y la OMS, brinda apoyo al Grupo de liderazgo mundial sobre la resistencia a los antimicrobianos

Geneva/Paris/Rome, 20 May 2021 – International organisations have come together to launch a new One Health High-Level Expert Panel to improve understanding of how diseases with the potential to trigger pandemics, emerge and spread.

The panel will advise four international organisations – the Food and Agriculture Organization of the United Nations (FAO); the World Organisation for Animal Health (OIE); the United Nations Environment Programme (UNEP); and the World Health Organization (WHO) – on the development of a long-term global plan of action to avert outbreaks of diseases like H5N1 avian influenza; MERS; Ebola; Zika, and, possibly, COVID-19. Three quarters of all emerging infectious diseases originate in animals.

It will operate under the One Health Approach, which recognizes the links between the health of people, animals, and the environment and highlights the need for specialists in multiple sectors to address any health threats and prevent disruption to agri-food systems.

Key first steps will include systematic analyses of scientific knowledge about the factors that lead to transmission of a disease from animal to human and vice versa; development of risk assessment and surveillance frameworks; identification of capacity gaps as well as agreement on good practices to prevent and prepare for zoonotic outbreaks.

The panel will consider the impact of human activity on the environment and wildlife habitats. Critical areas will include food production and distribution; urbanization and infrastructure development; international travel and trade; activities that lead to biodiversity loss and climate change; and those that put increased pressure on the natural resource base – all of which can lead to the emergence of zoonotic diseases.

The panel will guide development of a dynamic new research agenda and draw up evidence-based recommendations for global, regional, national and local action.

Dr Tedros Adhanom Ghebreyesus, WHO Director-General said: “Human health does not exist in a vacuum, and nor can our efforts to protect and promote it. The close links between human, animal and environmental health demand close collaboration, communication and coordination between the relevant sectors. The High-Level Expert Panel is a much-needed initiative to transform One Health from a concept to concrete policies that safeguard the health of the world’s people.”

Dr QU Dongyu, FAO Director General, told the panel: «This panel will contribute to advancing the One Health agenda, by helping to better understand the root causes of disease emergence and spread, and informing decision-makers to prevent long-term public health risks. I encourage it to be a shining example of silo-breaking, systems thinking and open dialogue. Expectations for collective action and the need for effective collaboration have never been higher.”

Dr Monique Éloit, Director General of the World Organisation for Animal Health noted: “The COVID-19 pandemic is a stark reminder that collaboration across sectors is absolutely critical for global health. The newly established One Health High-Level Expert Panel will contribute to bringing together diverse scientific expertise. United, we will better anticipate global health threats and work to control risks at the animal source. Our Organisation is proud to provide high-level expertise, along with our partners, to develop science-based ‘One Health’ strategies and programmes.«

Inger Andersen, Executive Director of UNEP observed: «To end the triple planetary crisis of climate change, biodiversity loss and pollution that threaten our peace and prosperity, we have to understand that human, animal and planetary health go hand in hand. We must do more to promote transformative actions that target the root causes of nature’s destruction. The One Health High-Level Expert Panel is an important step in recognizing the complex, multidisciplinary issues at the interface of human, animal, and environmental health.«

The Ministers for Foreign Affairs of France and Germany also joined the public launch of the One Health High-Level Expert Panel:

Mr Jean-Yves Le Drian, Minister for Europe and Foreign Affairs, France commented: «The COVID-19 pandemic, whose zoonotic origin is strongly suspected, underlines how closely human, animal and environmental health are linked. It demonstrates the importance of the ‘One Health’ approach. It is in this context that France, together with Germany, proposed the creation of such a Panel at the meeting of the Alliance for Multilateralism organized on the occasion of the Paris Peace Forum on 12 November 2020

Mr Heiko Maas, Minister for Foreign Affairs, Germany, said: “COVID-19 has painfully reminded us that the health of humans, animals and the environment around the world is closely connected: Nobody is safe until everybody is safe. This is what we have to bear in mind to prevent future pandemics. The establishment of the One Health High-Level Expert Panel thus marks an important step in the right direction. Germany and France will continue to support the panel’s work.”

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