Código Sanitario para los Animales Terrestres |
Vigilancia de artrópodos vectores de enfermedades animales
Introducción
Las enfermedades transmitidas por vectores cobran cada vez más importancia desde el punto de vista económico, de salud pública y de sanidad animal.
Los cambios ambientales (entre ellos, el cambio climático), sociológicos y económicos pueden afectar a la distribución y repercusión de estas enfermedades.
Una mejor comprensión de la distribución y dinámica poblacional de los vectores es fundamental para la evaluación y gestión de los riesgos asociados a las enfermedades animales, zoonosis incluidas, transmitidas por vectores.
El Código Terrestre contiene recomendaciones para la vigilancia de diversas enfermedades transmitidas por vectores y recomendaciones generales para la vigilancia sanitaria de los animales.
Ahora se hace necesario complementar estas recomendaciones generales de vigilancia con recomendaciones adicionales para la vigilancia de los propios vectores. El presente capítulo se refiere únicamente a la vigilancia de los artrópodos vectores.
A los efectos del comercio, debe señalarse que no existe una relación concluyente entre la presencia de uno o más vectores y la situación de un país o una zona respecto a una enfermedad, y que la aparente ausencia de un vector no confirma por sí sola un estatus libre del vector.
En la figura 1 se muestra un árbol de decisión para la vigilancia de vectores.
Objetivos
El objetivo de las presentes recomendaciones es proporcionar métodos para:
reunir información actualizada sobre la distribución espacial y temporal y la abundancia de vectores de las enfermedades de la lista de la OMSA, o de enfermedades emergentes, que son transmitidas por artrópodos;
vigilar los cambios en la distribución espacial y temporal y la abundancia de estos vectores;
recolectar datos pertinentes que sirvan de apoyo a la evaluación de riesgos (por ejemplo, la competencia del vector) y a la gestión de riesgos de enfermedades transmitidas por estos vectores;
detectar la presencia de vectores específicos o confirmar su ausencia;
comprender las vías de entrada de los vectores y de los agentes patógenos transmitidos por vectores.
Metodología de muestreo
Programa de muestreo
El objetivo del programa de vigilancia deberá
determinarse y establecerse antes de empezar la planificación.
Deberán compararse y evaluarse los datos
históricos disponibles sobre el vector o la enfermedad
para el país o la zona.
El programa de muestreo deberá tomar en consideración:
la biología y ecología de
los vectores,
la presencia, distribución y abundancia de
poblaciones animales hospedadoras de los vectores,
las condiciones ambientales, climáticas,
ecológicas y topográficas pertinentes para la ecología del vector,
la necesidad de una evaluación de riesgos que
indique las zonas de riesgo más alto
de introducción de un vector que probablemente
no esté presente.
El muestreo tendrá por finalidad:
establecer la presencia de vectores o
confirmar su ausencia en el país o la zona,
describir la distribución de los vectores en
el país o la zona,
proporcionar información adicional sobre
la densidad y variabilidad espacial/temporal del vector (tanto a
corto como a largo plazo),
detectar precozmente vectores o
agentes patógenos transmitidos por vectores en áreas
con riesgo de su introducción
y establecimiento.
El programa de muestreo deberá diseñarse
de modo que suministre una estimación apropiada, de los indicadores
mencionados arriba. Deberá tenerse en cuenta lo siguiente:
El enfoque general recomendado
para el muestreo utiliza una jerarquía de tres niveles:
estratificación basada en criterios ecológicos
(si es posible), y evaluación del riesgo de introducción
del vector,
subdivisión de estratos en unidades de muestreo
espacial, y
determinación de lugares de muestreo con
unidades seleccionadas de muestreo espacial.
Si existen datos entomológicos, epidemiológicos
e históricos adecuados y/o del dictamen de un experto, el programa
de muestreo puede afinarse o especificarse definiendo estratos que
sean lo más homogéneos posibles con respecto a los siguientes factores
de riesgo conocidos
o sospechados, si procede para el país o la zona:
poblaciones domésticas o silvestres de animales hospedadores preferidos por el vector;
idoneidad del hábitat del vector;
patrones climáticos (patrones estacionales incluidos);
áreas afectadas endémica o epidemiológicamente por la o las enfermedades en cuestión;
áreas de aparición de vectores conocidos;
zonas periféricas alrededor de las áreas de aparición de vectores conocidos u otras áreas de alto riesgo de introducción de vectores, tales como los puertos;
áreas donde no se registran ni se han registrado
históricamente la enfermedad o vector en cuestión;
cada estrato (o el país o la zona en su totalidad, si no están estratificados) se dividirá en unidades de muestreo espacial utilizando metodologías estándar tal como el sistema de cuadrícula;
se definirá el número y tamaño de las unidades de muestreo espacial para ofrecer estimaciones apropiadas de los indicadores mencionados arriba;
se definirá también el número y la ubicación
de los lugares de muestreo concretos dentro de la unidad de muestreo
espacial para ofrecer estimaciones apropiadas de los indicadores mencionados
arriba;
se pueden aplicar diferentes niveles de intensidad
de muestreo (tamaño de la unidad de muestreo espacial, número de
unidades muestreadas, número de lugares muestreados dentro de las unidades
y frecuencia de muestreo) a los diferentes estratos en que se ha
dividido el país o la zona. Por
ejemplo, se podría efectuar un muestreo más intensivo en estratos
donde la presencia del vector parece
menos probable, sobre la base de criterios biológicos o estadísticos.
Métodos de muestreo
Para la captura de artrópodos vectores,
se han desarrollado varios métodos de muestreo, que difieren según
la enfermedad/sistema de vectores considerados.
Los métodos de recolección
utilizados deben adaptarse si es necesario a fin de alcanzar una
confianza razonable de recolectar los vectores en cuestión.
Los métodos de recolección deberán tener
en cuenta las diversas fases de desarrollo (tales como huevos, larvas,
ninfas, adultos) y categorías de edad adulta, en función de la especie
en cuestión y de los objetivos de la vigilancia.
Por ejemplo, si se piensa que un vector no está
presente, los métodos de recolección deberán centrarse en las fases
de desarrollo de más probable introducción o de más rápida detección.
Si el vector está presente,
éste se recolectará en aquellas fases de desarrollo que se requieren
para estimar las tasas de sobrevivencia de la población y la dinámica
de la población en relación con la transmisión de enfermedades.
Se pueden necesitar diferentes métodos de
recolección para obtener muestras de una sola especie vectora, dependiendo
de la fase de desarrollo o del lugar de captura (como, por ejemplo,
el medio ambiente o los animales hospedadores).
Deberá utilizarse el método de recolección apropiado a la especie
y la fase de desarrollo de interés.
Los métodos de recolección deberán preservar los vectores de manera adecuada a su identificación morfológica o identificación con técnicas moleculares. Cuando la finalidad del muestreo sea detectar o aislar agentes patógenos, se seguirán protocolos específicos para garantizar que las muestras sean adecuadas a estos ensayos.
Gestión de datos, análisis e interpretación
La gestión de datos y las metodologías de análisis se aplicarán con previsto en el Capítulo 1.4.
Fig. 1. Árbol de decisión para la vigilancia de vectores
nb: primera adopción en 2009; última actualización en 2010.
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