Código Sanitario para los Animales Terrestres |
Prevención, detección y control de las infecciones de aves de corral por Salmonella
Introducción
El presente capítulo contiene recomendaciones
para la prevención, la detección y el control de las infecciones de aves de corral por Salmonella.
La salmonelosis es una de las enfermedades bacterianas
transmitidas por los alimentos más comunes en el mundo. La inmensa
mayoría de las infecciones humanas
por Salmonella son transmitidas
por los alimentos y se deben, en la mayor parte de los casos, a Salmonella Enteritidis y Salmonella Typhimurium. Los serotipos
de Salmonella y la prevalencia pueden
ser muy distintos según la localidad, el distrito, la región y el
país; por tanto, la vigilancia y
la identificación de los serotipos prevalentes en los humanos y
en las aves de corral deberán
llevarse a cabo con vistas a elaborar un programa de control para
el área en cuestión.
En la mayoría de las especies animales de las que se obtienen alimentos destinados al consumo humano, Salmonella puede provocar una infección sin manifestación clínica, de duración variable, pero importante por su potencial zoonótico. La contribución de esas especies animales a la propagación de la infección entre parvadas y a la infección humana por los alimentos puede ser importante. Esta última puede surgir al introducir en la cadena alimentaria carne, huevos, o productos derivados de ambos, y producir alimentos contaminados.
Finalidad y ámbito de aplicación
El presente capítulo trata de los métodos que se recomienda emplear en las explotaciones para la prevención, la detección y el control de las infecciones de aves de corral por Salmonella y complementa el Código de Prácticas de Higiene para la Carne (CAC/RCP 58-2005) y el Código de Prácticas de Higiene para los Huevos y Ovoproductos del Codex Alimentarius (CAC/RCP 15-1976). Se considera que una estrategia de reducción de los organismos patógenos en las explotaciones es la primera etapa del proceso que contribuirá a reducir la presencia de agentes patógenos transmisibles por los alimentos en los huevos y la carne.
Las medidas de higiene y bioseguridad que deberán aplicarse en las granjas avícolas y los establecimientos de incubación se describen en el Capítulo 6.5. sobre medidas de bioseguridad aplicables a la producción avícola.
Las recomendaciones del presente capítulo son pertinentes para el control de todos los serotipos de Salmonella, especialmente de S. Enteritidis y S. Typhimurium, que son comunes en muchos países. Conviene señalar que la epidemiología de la salmonelosis humana y animal en una localidad, un distrito, una región o un país determinado es importante para luchar de manera eficaz contra Salmonella.
Definiciones
A efectos del presente capítulo se emplean las siguientes definiciones:
Eliminación selectiva designa la destrucción o el sacrificio de una parvada antes de que haya concluido el período normal de producción.
Exclusión competitiva designa
la administración de flora bacteriana, definida o no, a las aves de corral para
impedir la colonización de los intestinos por enteropatógenos, incluida
la especie Salmonella.
Ponedoras designa
las aves de corral durante
el período de puesta de huevos destinados al consumo humano.
Reproductoras designa las aves de corral destinadas a la producción de huevos fértiles para incubación con objeto de producir aves de un día.
Vigilancia de las parvadas de aves de
corral para la detección de infección por Salmonella
Cuando lo justifiquen los resultados de la evaluación del riesgo, se llevarán a cabo operaciones de vigilancia sanitaria para identificar las parvadas infectadas y tomar las medidas necesarias para reducir la prevalencia de la infección en las aves de corral y el riesgo de transmisión de Salmonella a los seres humanos. Los métodos y la frecuencia de muestreo y el tipo de muestras requeridos serán determinados por los Servicios Veterinarios basándose en una evaluación del riesgo. Se recomienda utilizar pruebas microbiológicas y no serológicas, por su mayor sensibilidad en el caso de parvadas de pollos de engorde y su mayor especificidad en el caso de parvadas de reproductoras y ponedoras. En el marco de los programas reglamentarios de control de Salmonella en las aves de corral y la salmonelosis en los seres humanos, puede que se requieran pruebas de confirmación para descartar falsos resultados positivos o negativos.
Métodos de muestreo disponibles
Muestreo con gamuza: se pasa una gamuza humedecida
por el piso del gallinero.
Muestreo con calzas: las muestras se toman caminando
por el gallinero con material absorbente colocado sobre el calzado.
Muestreo de polvo: las muestras se toman de ventiladores
de escape, pantallas y otros equipos presentes en el gallinero.
Muestras fecales: muestras de heces frescas recogidas
en diferentes puntos del gallinero o muestras cecales tomadas en
el matadero.
Muestras de meconio, cama de las cajas de polluelos,
muestras tomadas de aves de un día muertas
dentro de la cáscara y eliminadas selectivamente en los establecimientos
de incubación.
Muestras del establecimiento de incubación: de todo el establecimiento, incluido el interior de las incubadoras.
Tamaño de las muestras
Consúltese el Manual Terrestre.
Métodos de laboratorio
Consúltese el Manual Terrestre.
Momento y frecuencia de las pruebas
El momento y la frecuencia de muestreo para cada tipo de aves se indican a continuación:
Parvadas de reproductoras y establecimientos de incubación
Parvadas de reproductoras antes del período de puesta
Antes del final de la primera semana de vida de las aves si no se conoce la situación sanitaria de la parvada de reproductoras ni del establecimiento de incubación o no cumple los requisitos previstos en el presente capítulo.
En el plazo de las cuatro semanas que preceden el traslado de las aves a otro gallinero, o antes de que empiecen a producir si van a permanecer en el mismo gallinero durante el período de producción.
Al menos una vez más durante el período de crecimiento si se aplica un sistema de eliminación selectiva. La frecuencia de las pruebas de control se determinará en función de criterios comerciales.
Parvadas de reproductoras en período de puesta
Una o más veces al mes durante el período de puesta.
Las pruebas de control adicionales serán determinadas por los Servicios Veterinarios.
Establecimientos de incubación
Los controles en los establecimientos de incubación podrán complementar los controles en la granja.
La frecuencia mínima de las pruebas de control será determinada por los Servicios Veterinarios.
Aves de corral criadas para la producción de huevos destinados al consumo humano
Parvadas criadas para ser ponedoras
Antes del final de la primera semana de vida de las aves, si se desconoce la situación sanitaria de la parvada de reproductoras o del establecimiento de incubación, o si dicha situación no cumple los requisitos previstos en el presente capítulo.
En el plazo de las cuatro semanas que preceden el traslado de las aves a otro gallinero, o antes de que empiecen a producir si van a permanecer en el mismo gallinero durante el período de producción.
Una o más veces durante el período de crecimiento si se aplica un sistema de eliminación selectiva. La frecuencia de las pruebas de control se determinará por criterios comerciales.
Parvadas de ponedoras
Durante el pico de puesta previsto en cada ciclo de producción (período del ciclo de puesta en el que la producción de la parvada es el más alto).
Una o más veces si se aplica un sistema de eliminación selectiva o si los huevos son desviados para transformación a fin de inactivar el agente patógeno. La frecuencia mínima de las pruebas de control será determinada por los Servicios Veterinarios.
Aves de corral para la producción de carne
Se tomarán muestras de las parvadas al menos una vez.
Cuando se efectúe el muestreo en las granjas y el período entre el entresaque y la despoblación final sea largo (dos semanas o más) convendrá repetir las pruebas de control.
Cuando se efectúe el muestreo en las granjas, las muestras de las parvadas se tomarán lo más tarde posible antes del traslado de las primeras aves al matadero. Para poder aplicar medidas de control durante la transformación, deberá procederse con la suficiente antelación para conocer los resultados de las pruebas antes de sacrificar a los animales.
Sea se efectúe el muestreo en la granja, lo que resulta más apropiado para las subsiguientes medidas de control, sea en la planta de transformación, se establecerá un sistema integrado que posibilite la investigación de la fuente de parvadas positivas.
Pruebas de control del gallinero vacío
Si se detecta la presencia de Salmonella en la parvada anterior, se recomienda un control bacteriológico para asegurarse de la eficacia del método de desinfección empleado.
Se efectuará un muestreo del material y las superficies, así como un muestreo con gamuzas y calzas del gallinero vacío tras su despoblación, limpieza y desinfección siempre que proceda.
Los resultados de la vigilancia pueden conducir a aplicar medidas adicionales de prevención y control para reducir el riesgo de transmisión de Salmonella a los humanos:
En las reproductoras, las medidas de control pueden aplicarse para reducir la transmisión de Salmonella a la siguiente generación, en particular serotipos transmitidos por vía transovárica tales como S. Enteritidis.
En las parvadas de ponedoras las medidas de control reducirán y podrán eliminar la contaminación de huevos con Salmonella.
En las aves para producción de carne, las medidas de control pueden aplicarse durante el sacrificio o en una etapa ulterior de la cadena alimentaria.
Medidas de prevención y control sanitario
La infección por Salmonella se puede controlar adoptando las Buenas Prácticas Agrícolas y el sistema de Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (APPCC), y otras medidas generales detalladas en el Capítulo 6.5. sobre medidas de bioseguridad aplicables a la producción avícola, combinándolos con las medidas adicionales que se indican a continuación, siempre que proceda. Ninguna medida aislada permitirá un control eficaz de las infecciones por Salmonella.
Las medidas complementarias de prevención y control son: la vacunación, la exclusión competitiva, el uso de ácidos orgánicos, la eliminación selectiva y el desvío del producto para su transformación.
No deberán utilizarse agentes antimicrobianos para controlar las infecciones de aves de corral por Salmonella, porque es un tratamiento poco eficaz que puede ocultar la infección durante el muestreo, dejar residuos en la carne y los huevos y contribuir al desarrollo de resistencia a los agentes antimicrobianos. Los agentes antimicrobianos también pueden reducir la flora intestinal normal y aumentar la probabilidad de colonización por Salmonella. En determinadas circunstancias se podrán utilizar agentes antimicrobianos para salvar aves de alto valor genético.
Las aves de un día que se utilicen para repoblar un gallinero deberán proceder de parvadas de reproductoras y de establecimientos de incubación libres de, por lo menos, S. Enteritidis y S. Typhimurium y vigilados conforme a lo previsto en el presente capítulo.
Las parvadas de ponedoras y de reproductoras deberán proceder de parvadas libres de, por lo menos, S. Enteritidis y S. Typhimurium y vigiladas conforme a lo previsto en el presente capítulo.
La contaminación de los alimentos destinados a los animales por Salmonella es una fuente de infección de aves de corral bien conocida. Por consiguiente, se recomienda controlar el estado sanitario de los alimentos destinados a las aves de corral en lo relativo a Salmonella y tomar medidas correctivas en caso de resultado positivo. Se recomienda el uso de alimentos sometidos a tratamiento térmico, con o sin adición de cualesquier otro tratamiento bactericida o bacteriostático (por ejemplo, adición de ácidos orgánicos). Si no es posible efectuar el tratamiento térmico, se recomiendan los tratamientos bacteriostáticos o bactericidas. Los alimentos se almacenarán en recipientes limpios y cerrados que impidan el acceso de aves silvestres y roedores. Los alimentos que caigan al suelo deberán ser retirados inmediatamente para no atraer aves silvestres ni roedores.
Los alimentos tratados deberán manipularse y almacenarse con el fin de evitar una nueva contaminación.
La exclusión competitiva podrá emplearse con aves de un día para restringir la colonización por Salmonella.
Cuando se utilicen productos de exclusión competitiva, se seguirán las instrucciones del fabricante para su administración y se respetarán las normas y recomendaciones establecidas por los Servicios Veterinarios.
Las vacunas que se utilizan contra las infecciones que distintos serotipos de Salmonella provocan en diversas especies de aves de corral incluyen vacunas simples o combinadas. Deberán utilizarse vacunas producidas conforme a lo dispuesto en el Manual Terrestre.
Si se utilizan vacunas vivas, es importante que las cepas de terreno y las cepas de vacuna sean fáciles de diferenciar en el laboratorio. Si el método de vigilancia se basa en pruebas serológicas, puede que no sea posible distinguir entre vacunación e infección por cepas de campo.
La vacunación puede emplearse en el marco de un programa general de control de Salmonella, pero se recomienda no emplearla como única medida de control.
Si se desconoce la situación sanitaria de la parvada de reproductoras o del establecimiento de incubación de que proviene la parvada, o si dicha situación no cumple lo previsto en el presente capítulo, deberá contemplarse la vacunación de las parvadas contra los serotipos de Salmonella de importancia conocida, empezando por las aves de un día.
También se contemplará utilizar esta vacunación cuando se trasladen aves de un día a un local previamente contaminado, a fin de reducir al mínimo el riesgo de infección de las aves por Salmonella.
Cuando se utilice la vacunación, se seguirán las instrucciones del fabricante para su administración y se respetarán las normas y recomendaciones establecidas por los Servicios Veterinarios.
La vacunación contra S. Enteritidis puede provocar reacciones cruzadas en las pruebas de detección de Salmonella Pullorum/S. Gallinarum, lo cual deberá tenerse en cuenta a la hora de adoptar medidas para el control de estos agentes patógenos.
La eliminación selectiva es una opción de gestión de las parvadas de reproductoras y ponedoras infectadas que depende de la situación zoosanitaria, de la evaluación del riesgo y de las políticas de salud pública. Deberán destruirse o sacrificarse y transformarse las parvadas infectadas de modo que se reduzca al mínimo la exposición humana a Salmonella.
Si no se aplica la eliminación selectiva, los huevos destinados al consumo humano deberán enviarse a establecimientos de transformación a fin de inactivar Salmonella.
S. Enteritidis se caracteriza por transmisión ovárica. Los países deberán fijar objetivos de erradicación (o reducción significativa) de Salmonella Enteritidis de las parvadas productoras de huevos mediante una política guiada de erradicación desde lo alto de la pirámide de producción, es decir, desde las parvadas de abuelos a las parvadas de ponedoras pasando por las parvadas de reproductoras.
El veterinario responsable deberá evaluar los resultados de las pruebas efectuadas en el marco de la vigilancia de la infección por Salmonella y supervisar la aplicación de medidas de control adecuadas. Deberá disponer de los resultados antes de la comercialización de la parvada si se exige un certificado veterinario del estado sanitario de la parvada respecto de la infección por Salmonella. Si los resultados confirman la presencia de los serotipos correspondientes de Salmonella, el veterinario o cualquier otra persona responsable de la notificación deberá notificarlo a la autoridad veterinaria\ cuando ésta lo exija.
Prevención de la propagación de Salmonella a partir de las parvadas infectadas
En caso de que se detecte infección por serotipos específicos preocupantes de Salmonella en una parvada, además de las medidas generales descritas en el Capítulo 6.5. sobre medidas de bioseguridad aplicables a la producción avícola, se tomarán las medidas siguientes:
Según la situación epidemiológica, se llevarán a cabo investigaciones para determinar el origen de la infección.
El desplazamiento de parvadas de aves de corral al final del ciclo de producción sólo se autorizará para su sacrificio o destrucción. Se tomarán precauciones especiales durante las operaciones de transporte, sacrificio y transformación de las aves (enviarlas a otro matadero o sacrificarlas en último lugar, antes de la limpieza y desinfección del material, por ejemplo).
Las camas no se reutilizarán como tales. Las camas usadas y los cadáveres de aves de corral así como otros desechos de la explotación que puedan estar contaminados deberán transportarse y eliminarse de modo seguro para evitar la exposición directa o indirecta de personas, ganado o fauna silvestre a Salmonella. Se prestará particular atención a la utilización de las camas de aves de corral para abono de plantas destinadas al consumo humano. Si no se retira la cama, se tratará para inactivar los agentes infecciosos, con el fin de prevenir la propagación de una parvada a la siguiente.
Se dedicará especial cuidado a las operaciones de limpieza y desinfección del gallinero y del material.
Antes de repoblar la instalación con otra parvada, se llevará a cabo un examen bacteriológico, tal como se indica en el presente capítulo y en el Manual Terrestre.
Recomendaciones para la introducción de aves de corral vivas (que no sean aves de un día)
Las aves de corral introducidas (que no sean aves de un día) deberán:
proceder de una parvada que participe en un programa de vigilancia de las infecciones por Salmonella de acuerdo con lo contemplado en el Artículo 6.6.4.;
proceder de una parvada en la que no se detectó la presencia de S. Enteritidis ni de S. Typhimurium antes del desplazamiento y no haber tenido contacto alguno con aves o materias procedentes de parvadas que no reúnan las condiciones descritas en el presente capítulo;
proceder de una parvada que respete las recomendaciones del Capítulo 6.5.
Recomendaciones para la introducción de aves de un día
Las aves de un día introducidas deberán:
no haber presentado signo clínico alguno de salmonelosis el día del desplazamiento;
proceder de una parvada de reproductoras y de un establecimiento de incubación que participen en un programa de vigilancia de las infecciones por Salmonella de acuerdo con lo contemplado en el Artículo 6.6.4.;
proceder de una parvada de reproductoras y de un establecimiento de incubación en que no se detectó la presencia de S. Enteritidis ni de S. Typhimurium y no haber tenido contacto alguno durante la instalación, la incubación o la eclosión con huevos para incubar o materias procedentes de explotaciones que no reúnan las condiciones descritas en el presente capítulo;
proceder de una parvada de reproductoras y de un establecimiento de incubación que respeten las recomendaciones del Capítulo 6.5.;
haberse transportado en contenedores nuevos o limpios.
Recomendaciones para la introducción de huevos para incubar
Los huevos para incubar introducidos deberán:
proceder de una parvada de reproductoras que participe en un programa de vigilancia de las infecciones por Salmonella de acuerdo con lo contemplado en el Artículo 6.6.4.;
proceder de una parvada de reproductoras en la que no se detectó la presencia de S. Enteritidis ni de S.Typhimurium y no haber tenido contacto alguno con aves de corral o materias procedentes de explotaciones que no reúnan las condiciones descritas en el presente capítulo;
proceder de una parvada de reproductoras que respete las recomendaciones del Capítulo 6.5.;
haberse transportado en embalajes nuevos o limpios.
nb: primera adopción en 2009; última actualización en 2015.
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