Código Sanitario para los Animales Terrestres |
Vigilancia sanitaria
de los animales terrestres
Introducción y objetivos
En general, la vigilancia sanitaria tiene por objeto demostrar la ausencia de enfermedad o infección, determinar la presencia o la distribución de una enfermedad o infección y detectar lo antes posible la presencia de enfermedades exóticas o emergentes. El tipo de vigilancia ejercida depende de los resultados que se necesiten para tomar decisiones. Las siguientes recomendaciones pueden aplicarse a todas las enfermedades, todos los agentes patógenos y todas las especies susceptibles (incluidas las de fauna silvestre) contemplados en el Código Terrestre y su finalidad es ayudar a la elaboración de metodologías de vigilancia. Excepto en los casos en que ya se describa un método particular de vigilancia de una enfermedad o infección en el Código Terrestre, las recomendaciones del presente capítulo servirán para afinar los métodos generales descritos para la vigilancia de una enfermedad o infección determinada. En los casos en que no se disponga de información detallada sobre una enfermedad o infección particular, los métodos de vigilancia deberán basarse en las recomendaciones del presente capítulo.
La vigilancia sanitaria de los animales es una herramienta esencial de la sanidad animal, indispensable para detectar enfermedades o infecciones, seguir la evolución de una enfermedad, facilitar la lucha contra enfermedades o infecciones, apoyar solicitudes de reconocimiento de ausencia de una enfermedad o infección, aportar datos al análisis de riesgos, mejorar la sanidad animal y la salud pública y justificar la adopción de medidas sanitarias. Existen enfermedades e infecciones a las que son susceptibles por igual los animales domésticos y silvestres. Sin embargo, la presencia de enfermedad o infección en la población de animales silvestres no significará necesariamente su presencia en la población de animales domésticos del mismo país o de la misma zona o viceversa. Los datos que proporciona la vigilancia determinan la calidad de los informes sanitarios y deberían ofrecer la información requerida para realizar análisis de riesgos para el comercio internacional y tomar decisiones a escala nacional. La fauna silvestre puede incluirse en los programas de vigilancia, puesto que puede desempeñar la función de reservorio de enfermedades de los seres humanos y los animales domésticos y silvestres, o servir de indicador de las mismas. La vigilancia de enfermedades o infecciones de la fauna silvestre plantea dificultades específicas que pueden diferir considerablemente de las de la vigilancia de los animales domésticos.
Los requisitos previos para que un Miembro proporcione información para la evaluación de su situación sanitaria son:
que el Miembro cumpla las disposiciones del Capítulo 3.1. del Código Terrestre;
que, siempre que sea posible, se complementen los datos de la vigilancia con los de otras fuentes de información (publicaciones científicas, datos de investigación, observaciones de terreno documentadas y otros datos que no provengan de encuestas epidemiológicas, por ejemplo);
que se mantenga en todo momento la transparencia en la planificación y ejecución de las actividades de vigilancia y en el análisis y la disponibilidad de los datos, de acuerdo con lo previsto en el Capítulo 1.1. del Código Terrestre.
Los objetivos del presente capítulo son:
explicar el tipo de resultados que un sistema de vigilancia debería ofrecer,
establecer pautas para evaluar la calidad de los sistemas de vigilancia de enfermedades o infecciones.
Definiciones
A los efectos del presente capítulo se emplean las definiciones siguientes:
Confianza: cuando se trata de demostrar la ausencia de infección, la confianza es la probabilidad de que el tipo de vigilancia ejercida permita detectar la presencia de infección si la población está infectada. La confianza depende, entre otros parámetros, de la prevalencia supuesta de infección. El término se refiere a la confianza en la capacidad de la vigilancia ejercida de detectar la presencia de enfermedad o infección y equivale a la sensibilidad del sistema de vigilancia.
Encuesta: investigación en la que se recopila información de manera sistemática y que suele llevarse a cabo con una muestra de un grupo de población definido, durante un período de tiempo definido.
Especificidad: proporción de unidades realmente negativas correctamente identificadas por una prueba.
Muestra: grupo de elementos (unidades de muestreo) tomados de una población con el que se realizan pruebas o se miden parámetros para proporcionar información de vigilancia.
Muestreo probabilístico: estrategia de muestreo en la que cada unidad tiene una probabilidad, reconocida no nula, de formar parte de la muestra.
Población diana: población sobre la que se sacarán conclusiones.
Población de estudio: población de la que se obtienen los datos de vigilancia. Puede ser la misma que la población diana o un subconjunto de ésta.
Prueba: procedimiento utilizado para clasificar las unidades positivas, negativas o sospechosas con respecto a una enfermedad o una infección.
Sensibilidad: proporción de unidades realmente positivas correctamente identificadas por una prueba.
Sesgo: tendencia de una estimación a desviarse del valor real en cierta dirección.
Sistema de vigilancia: método de vigilancia que puede conllevar una o más actividades y que genera información sobre el estado de salud de poblaciones animales y sobre sus enfermedades o zoonosis.
Unidades de muestreo: cada unidad de la que se toman muestras en una encuesta aleatoria o en una vigilancia no aleatoria. Puede tratarse de un solo animal o de un grupo de animales (una unidad epidemiológica, por ejemplo). Combinadas, las unidades de muestreo constituyen el marco de muestreo.
Sistema de pruebas: combinación de pruebas y reglas de interpretación múltiples que se utilizan para el mismo fin que una prueba.
Principios de vigilancia
Tipos de vigilancia
La vigilancia puede basarse en numerosas fuentes de datos diferentes y puede clasificarse de diversas maneras, según:
los medios utilizados para recopilar datos (vigilancia activa o pasiva),
el objetivo de la vigilancia de la enfermedad (vigilancia específica de un patógeno o vigilancia general), y
la manera de seleccionar las unidades para la observación (encuestas estructuradas o fuentes de datos no aleatorias).
En este capítulo, las actividades de vigilancia se clasifican según que se basen en:
encuestas estructuradas sobre una población, como, por ejemplo:
muestreo sistemático en el momento del sacrificio,
encuestas aleatorias,
encuestas de infección en animales clínicamente normales, incluida la fauna silvestre,
O EN
actividades de vigilancia estructuradas, no aleatorias, como, por ejemplo:
declaración o notificación de enfermedades,
programas de control de enfermedades/ programas sanitarios,
pruebas específicas/criba específica,
inspecciones ante mortem y post mortem,
registros de investigaciones en laboratorio,
bancos de especímenes biológicos,
unidades centinela,
observaciones de terreno,
registros de producción de las explotaciones,
datos sobre enfermedades de la fauna silvestre.
Además, los datos de vigilancia deberán sustentarse con información conexa, como, por ejemplo:
datos sobre la epidemiología de la enfermedad o infección, incluida información sobre el medio ambiente, la distribución de la población huésped y el clima,
datos sobre los desplazamientos de animales, incluida la trashumancia, así como las migraciones naturales de la fauna silvestre,
pautas del comercio de animales y productos de origen animal,
reglamentación nacional en materia de sanidad animal, incluida información sobre su cumplimiento y su eficacia,
historial de las importaciones de materias potencialmente infectadas,
medidas de bioseguridad existentes, y
probabilidad y consecuencias de la introducción de una enfermedad o infección.
Deberán describirse todas las fuentes de obtención de pruebas. En el caso de una encuesta estructurada deberá incluirse una descripción de la estrategia de muestreo empleada para la selección de las unidades que se someten a análisis. Las fuentes de datos estructuradas, no aleatorias, requerirán una descripción completa del sistema, que incluya la(s) fuente(s) de datos, la fecha en que se recopilaron los datos y un examen de los posibles sesgos inherentes al sistema.
Elementos esenciales de la vigilancia
Cuando se evalúe la calidad de un sistema de vigilancia deberán tenerse en cuenta los siguientes elementos esenciales además de la calidad de los Servicios Veterinarios (Capítulo 3.1.).
Poblaciones
En principio, la vigilancia deberá llevarse a cabo teniendo en cuenta todas las especies animales susceptibles a la infección que estén presentes en un país, una zona o un compartimento. La vigilancia podrá aplicarse a todos los individuos de una población o a parte de ellos. Cuando se vigile a una subpoblación solamente, deberá actuarse con la cautela a la hora de extrapolar los resultados.
Marco temporal (o valor temporal de los datos de vigilancia)
La vigilancia deberá llevarse a cabo con una frecuencia que refleje la biología de la infección y los riesgos de su introducción.
Unidad epidemiológica
Las unidades epidemiológicas pertinentes para el sistema de vigilancia deberán definirse para asegurarse de que son adecuadas para responder a los objetivos de vigilancia. Por lo tanto, deberán elegirse tomando en consideración factores como los animales portadores y reservorio, los insectos vectores, el grado de inmunidad, la resistencia genética, la edad, el sexo y otras características del huésped.
Concentración de la infección
La presencia de una infección en un país, una zona o un compartimento suele concentrarse en grupos más que extenderse de manera uniforme o aleatoria a toda la población. La concentración puede observarse a diferentes niveles (un grupo de animales infectados en un rebaño, un grupo de corrales infectados en un edificio o un grupo de granjas infectadas en un compartimento, por ejemplo). Este fenómeno de concentración deberá tenerse en cuenta al organizar las actividades de vigilancia y al hacer el análisis estadístico de los datos de la vigilancia, por lo menos en lo que se considere ser el nivel de concentración más significativo para la población de animales y la infección consideradas.
Definiciones de caso
Deberá elaborarse y documentarse una definición clara de “caso” para cada enfermedad o infección sometida a vigilancia, utilizando criterios claros y, cuando existan, las normas contenidas en el Código Terrestre. Para la vigilancia de enfermedades de la fauna silvestre resultará imprescindible identificar e indicar correctamente el grupo taxonómico del animal huésped (género y especie).
Metodologías analíticas
Los datos de la vigilancia deberán analizarse utilizando métodos apropiados y en los niveles de organización adecuados para que puedan tomarse las decisiones necesarias, sea para planificar intervenciones sea para demostrar la situación sanitaria.
Los métodos de análisis de los datos de la vigilancia deberán ser flexibles para hacer frente a la complejidad de las situaciones reales. Ningún método es aplicable a todos los casos. Se pueden necesitar métodos diferentes para las especies huéspedes y los agentes patógenos pertinentes, los diferentes sistemas de producción y vigilancia y para los tipos y cantidades de datos y de información disponibles.
La metodología empleada deberá utilizar la mejor información disponible. También deberá ser acorde con lo previsto en el presente capítulo, y estar íntegramente documentada y respaldada por referencias a publicaciones científicas y a otras fuentes, como opiniones de expertos. Los análisis matemáticos o estadísticos complejos sólo deberán llevarse a cabo cuando lo justifiquen una cantidad y una calidad apropiadas de datos de terreno.
Se velará por aplicar de manera coherente los diferentes métodos y por la transparencia de éstos, indispensable para garantizar la imparcialidad y la racionalidad, así como por tomar decisiones coherentes y fáciles de comprender. Deberán documentarse las dudas e hipótesis que se formulen y los efectos que puedan tener en las conclusiones finales.
Pruebas de detección
La vigilancia conlleva la detección de una enfermedad o infección mediante definiciones de casos apropiadas, basadas en los resultados de una o más pruebas que permitan demostrar la presencia de infección o la situación de inmunidad contra la misma. En este contexto, una prueba puede consistir en realizar, tanto exámenes de laboratorio detallados como observaciones de terreno o análisis de registros de producción. Las prestaciones de una prueba aplicada a una población (incluidas las observaciones de terreno) puede describirse en términos de sensibilidad y especificidad y de valor predictivo. Una sensibilidad y/o especificidad imperfectas incidirán en las conclusiones de la vigilancia. Por consiguiente, estos parámetros deberán tenerse en cuenta a la hora de crear los sistemas de vigilancia y de analizar los datos de la vigilancia.
Deberán especificarse los valores de sensibilidad y especificidad de las pruebas utilizadas para cada especie, y deberá documentarse el método utilizado para determinar o estimar esos valores. De lo contrario, cuando los valores de sensibilidad y/o especificidad de determinada prueba estén especificados en el Manual terrestre, podrán utilizarse dichos valores para orientación.
Podrán agruparse las muestras tomadas de varios animales o unidades y someterlas a un protocolo de pruebas. Los resultados deberán interpretarse en función de los valores de sensibilidad y especificidad determinados o estimados para el tamaño del grupo de muestras y el procedimiento de pruebas utilizado.
Garantía de calidad
Los sistemas de vigilancia deberán integrar los principios de garantía de calidad y ser inspeccionados periódicamente para asegurarse de que todos los componentes del sistema funcionan y proporcionar una documentación verificable de los procedimientos y controles fundamentales para detectar desviaciones importantes de los procedimientos con respecto a los que se documentan en el proyecto.
Validación
Los sistemas de vigilancia sanitaria pueden dar resultados sesgados. Cuando se evalúen los resultados se tendrá cuidado de identificar los sesgos que puedan conducir inadvertidamente a sobreestimar o subestimar los parámetros que interesan.
Recopilación y gestión de los datos
La eficacia de un sistema de vigilancia depende de la existencia de un proceso fiable de recopilación y gestión de los datos. Este proceso puede basarse en registros impresos o informatizados. Incluso cuando se recopilan datos que no se destinan a una encuesta (durante operaciones de lucha contra una enfermedad, inspecciones para controlar los desplazamientos de ganado o programas de erradicación de una enfermedad, por ejemplo) la coherencia y calidad de la recopilación de datos y la notificación de los episodios de forma que facilite su análisis son esenciales. Entre los factores que influyen en la calidad de los datos recopilados cabe citar:
la distribución de las personas que participan en la producción de datos y en su transferencia del terreno a un lugar centralizado, así como la comunicación entre dichas personas, que exigen una colaboración eficaz de todas las partes interesadas (ministerios públicos, organizaciones no gubernamentales, etc.), especialmente en lo que se refiere a datos relativos a la fauna silvestre,
la capacidad del sistema de procesamiento de los datos de detectar datos ausentes, contradictorios o incorrectos y la solución de estos problemas,
la conservación de datos desagregados en vez de la compilación de datos resumidos,
la reducción al mínimo de los errores de trascripción durante el procesamiento y la comunicación de los datos.
Encuestas estructuradas sobre poblaciones
Además de los principios generales para la vigilancia que anteceden, se deberán utilizar las siguientes recomendaciones a la hora de planificar, ejecutar y analizar encuestas.
Tipos de encuestas
Las encuestas pueden tener por objeto toda la población diana (es decir, un censo) o una muestra de la misma. Se seleccionará una muestra de una de las siguientes maneras:
métodos de muestreo no probabilísticos, como:
oportunidad;
elección de experto;
cupo;
métodos de muestreo probabilísticos, como:
selección aleatoria simple;
muestreo por grupos;
muestreo estratificado;
muestreo sistemático.
Las encuestas periódicas o repetidas destinadas a documentar la ausencia de enfermedad deberán realizarse utilizando métodos de muestreo probabilísticos, para que los datos que se obtengan de la población examinada puedan extrapolarse a la población diana de manera estadísticamente válida.
Las fuentes de información deberán describirse de manera completa e incluir una descripción detallada de la estrategia de muestreo utilizada para la selección de las unidades sometidas a las pruebas. Además, deberán tenerse en cuenta los posibles sesgos inherentes al tipo de encuesta.
Planificación de la encuesta
Se empezará por definir claramente la población de unidades epidemiológicas y deberán definirse después las unidades de muestreo apropiadas para cada etapa, en función de la finalidad de la encuesta.
Las características de la encuesta dependerán del tamaño, de la estructura y del grado de conocimiento de la población estudiada, de la epidemiología de la infección y de los recursos disponibles.
Sobre el tamaño de las poblaciones de animales silvestres no existe a menudo ningún dato y, en la medida de lo posible, será necesario determinarlo antes de planificar la encuesta. Se recurrirá en esos casos a los conocimientos de biólogos especializados en la fauna silvestre para recopilar e interpretar los datos sobre esas poblaciones. Se actualizarán los datos existentes porque puede que no reflejen ya la situación de las poblaciones en el momento de la encuesta.
Muestreo
El objetivo que se persigue con el muestreo de una población es seleccionar un subconjunto de unidades que la represente con respecto al objetivo del estudio. El muestreo debe ofrecer la mayor probabilidad de que la muestra sea representativa de la población, dentro de los límites prácticos impuestos por cada entorno y cada sistema de producción.
Los especímenes de fauna silvestre necesarios para la vigilancia de enfermedades o infecciones pueden obtenerse de diversas fuentes: cazadores y tramperos, atropellos en carretera, mercados de carne de caza, inspecciones sanitarias de animales cazados, casos de morbilidad y mortalidad observados por el público en general, centros de rehabilitación de la fauna silvestre, biólogos especializados en la fauna silvestre y personal de terreno de organismos especializados en la fauna silvestre, ganaderos y terratenientes, naturalistas y conservacionistas, por ejemplo. Los datos relativos a la fauna silvestre (censo, evolución, reproducción, etc.) pueden utilizarse para fines epidemiológicos del mismo modo que los registros de producción de las explotaciones.
Métodos de muestreo
Para seleccionar las unidades epidemiológicas de una población se utilizará un método de muestreo probabilístico (selección aleatoria simple, por ejemplo). Cuando este tipo de muestreo no sea posible, el muestreo deberá ofrecer la mayor posibilidad de obtener una muestra que sea representativa de la población diana.
En cualquier caso, el método de muestreo utilizado en cada una de las etapas deberá documentarse plenamente.
Tamaño de la muestra
En general, las encuestas se realizan para demostrar la presencia o la ausencia de un factor (una infección, por ejemplo) o para medir un parámetro (la prevalencia de una infección, por ejemplo). El método utilizado para calcular el tamaño de la muestra necesaria para las encuestas depende del objetivo de la encuesta, de la prevalencia estimada, del nivel deseado de confianza en los resultados de la encuesta y de las prestaciones de las pruebas utilizadas.
Vigilancia estructurada no aleatoria
Los sistemas de vigilancia utilizan habitualmente datos estructurados no aleatorios, solos o combinados con encuestas.
Fuentes de datos de vigilancia no aleatorias comúnmente utilizadas
Se pueden utilizar numerosas fuentes de datos de vigilancia no aleatorias. Éstas varían en su objetivo principal y en el tipo de datos de vigilancia que pueden proporcionar. Algunos sistemas de vigilancia se establecen principalmente como sistemas de detección precoz, pero también pueden proporcionar información valiosa para demostrar la ausencia de infección. Otros sistemas proporcionan información transversal adecuada para estimar la prevalencia, una vez o varias, mientras que otros proporcionan información continua que permite estimar la incidencia (sistemas de declaración de enfermedades, sitios centinela, sistemas de pruebas, por ejemplo).
Sistemas de notificación o declaración de enfermedades
Los datos facilitados por los sistemas de declaración de enfermedades pueden combinarse con los de otras fuentes de datos para sustentar solicitudes de reconocimiento de la situación sanitaria, para aportar datos a los análisis de riesgos o para la detección precoz de enfermedades. Un apoyo eficaz de los laboratorios es un elemento importante de todo sistema de notificación. Los sistemas de notificación que dependen de la confirmación de los casos clínicos sospechosos por un laboratorio deberán utilizar pruebas de alta especificidad. Los informes deberán publicarse rápidamente por el laboratorio, reduciendo al mínimo el tiempo entre la detección de la enfermedad y la redacción del informe (horas, a lo máximo, en caso de introducción de una enfermedad animal exótica).
Cuando la notificación de las enfermedades no sea responsabilidad de la Autoridad Veterinaria, por ejemplo en algunos países, en el caso de enfermedades de la fauna silvestre, se establecerán mecanismos eficaces de comunicación e intercambio de datos con las autoridades pertinentes para que todas las enfermedades sean notificadas a tiempo.
Programas de control de enfermedades/programas sanitarios
Los programas de control de enfermedades animales o programas sanitarios, si bien su objetivo es el control o la erradicación de determinadas enfermedades, deberán planificarse y estructurarse de forma que generen datos científicamente verificables y contribuyan a una vigilancia estructurada.
Pruebas específicas/criba específica
Puede consistir en someter a pruebas secciones específicas o seleccionadas de la población (subpoblaciones) en las que es más probable que se introduzca la enfermedad o se detecte su presencia. Entre los ejemplos de selecciones para pruebas cabe citar los animales sacrificados y hallados muertos, los alimentados con desperdicios, los que manifiestan signos clínicos, los animales situados en una zona geográfica definida, grupos de animales de determinada edad o grupos de determinada mercancía.
Inspecciones ante mortem y post mortem
Las inspecciones de los animales en los mataderos pueden proporcionar datos de vigilancia valiosos. La sensibilidad y especificidad de la inspección del matadero para detectar la presencia de la enfermedad especificada, según el sistema de inspección establecido, deberá determinarse de antemano. La precisión del sistema de inspección dependerá:
de la formación, experiencia y número del personal de inspección;
del grado de participación de las Autoridades Competentes en la supervisión de las inspecciones ante mortem y post mortem;
de la calidad de construcción del matadero, velocidad de la cadena de sacrificio, calidad del alumbrado, etc., y
de la motivación del personal para trabajar de manera eficaz.
Es probable que las inspecciones en los mataderos sólo proporcionen información satisfactoria sobre determinados grupos de edad y determinadas zonas geográficas. Los datos de la vigilancia en los mataderos presentan sesgos en relación con las poblaciones diana (es probable que se sacrifiquen solamente animales de determinada clase y determinada edad para el consumo humano, por ejemplo). Estos sesgos deberán reconocerse cuando se analicen los datos de la vigilancia.
Para el rastreo y el análisis del espacio y del grupo de animales que abarca la inspección, deberá existir, siempre que sea posible, un sistema de identificación eficaz que precise el lugar de origen de los animales que llegan al matadero.
Registro de las investigaciones en laboratorio
El análisis de los registros de investigaciones en laboratorio puede proporcionar información útil para la vigilancia. La cobertura del sistema será mayor si se pueden incorporar al análisis los registros de los laboratorios estatales, acreditados, universitarios y del sector privado. El análisis de los datos de los diferentes laboratorios será válido si existen procedimientos de diagnóstico normalizados y métodos normalizados de interpretación y registro de datos. Como en las inspecciones en los mataderos, deberá existir un mecanismo que permita localizar la explotación de origen de los especímenes.
Bancos de especímenes biológicos
En los bancos de especímenes se conservan especímenes recolectados en muestreos representativos o muestreos ocasionales, o en ambos. Estos bancos pueden contribuir a estudios retrospectivos, e incluso consolidar las solicitudes de reconocimiento de ausencia histórica de infección, y pueden permitir la realización de ciertos estudios con mayor rapidez y menor coste que otros métodos.
Unidades centinela
Las unidades y los sitios centinela implican identificar y examinar con regularidad a uno o varios animales cuyo estado de salud o de inmunidad se conoce, en un lugar geográfico específico, a fin de detectar una enfermedad o infección (generalmente, mediante pruebas serológicas). Son particularmente útiles para la vigilancia de enfermedades o infecciones que tienen un componente espacial importante, como, por ejemplo, las enfermedades o infecciones transmitidas por vectores. Las unidades centinela ofrecen la oportunidad de delimitar la vigilancia en función de la probabilidad de presencia de infección (ligada al hábitat del vector y a la distribución de la población huésped), del coste de su utilización y de otras limitaciones prácticas. Las unidades centinela también pueden ayudar a demostrar la ausencia de infección o proporcionar datos sobre la prevalencia, la incidencia y la distribución de una enfermedad o infección.
Observaciones de terreno
Las observaciones clínicas de los animales en el terreno son una fuente importante de datos de vigilancia. La sensibilidad y especificidad de las observaciones de terreno pueden ser relativamente reducidas, pero pueden determinarse y controlarse más fácilmente si se aplica una definición estándar de los casos, que sea clara. La formación de los posibles observadores de terreno para que apliquen la definición y declaren los casos es un elemento importante. Lo ideal será registrar el número de observaciones positivas y el número total de observaciones.
Registros de producción de las explotaciones
El análisis sistemático de los registros de producción de las explotaciones puede utilizarse como indicador de la presencia o ausencia de una enfermedad o infección en un rebaño o una manada. En general, la sensibilidad de este método puede ser relativamente alta (según la enfermedad o infección), pero la especificidad suele ser bastante baja.
Datos relativos a la fauna silvestre
Los especímenes de animales silvestres necesarios para la vigilancia de enfermedades o infecciones pueden obtenerse de diversas fuentes: cazadores y tramperos, atropellos en carretera, mercados de carne de caza, inspecciones sanitarias de animales cazados, casos de morbilidad y mortalidad observados por el público en general, centros de rehabilitación de la fauna silvestre, biólogos especializados en la fauna silvestre y personal de terreno de organismos especializados en la fauna silvestre, ganaderos y terratenientes, naturalistas y conservacionistas taxidermistas, por ejemplo. Los datos relativos a la fauna silvestre (censo, evolución, reproducción, etc.) pueden utilizarse para fines epidemiológicos del mismo modo que los registros de producción de las explotaciones.
Elementos esenciales para una vigilancia estructurada no aleatoria
Cuando se utilicen datos de vigilancia estructurada no aleatoria deberán tenerse en cuenta varios factores esenciales como, por ejemplo, la parte de la población que abarca la encuesta, la duplicación de datos y la sensibilidad y especificidad de las pruebas, que pueden dificultar la interpretación de los datos. Los datos de vigilancia procedentes de fuentes no aleatorias pueden, no obstante, ser un método rentable de detección precoz y aumentar el nivel de confianza o permitir la detección de un nivel de prevalencia más bajo que las encuestas de muestreo aleatorio.
Metodologías analíticas
Se pueden utilizar varios métodos científicamente válidos para analizar los datos de una vigilancia no aleatoria. Cuando no se disponga de datos podrá recurrirse a estimaciones basadas en opiniones de expertos, recopiladas y combinadas mediante una metodología formal, documentada y científicamente válida.
Combinación de fuentes de datos múltiples
El método utilizado para combinar las pruebas obtenidas de fuentes de datos múltiples deberá ser válido desde el punto de vista científico y estar completamente documentado, con referencias bibliográficas a publicaciones.
La información de vigilancia reunida en un mismo país, zona o compartimento en diferentes momentos puede constituir una suma de pruebas de la situación sanitaria. Estas pruebas acumuladas a lo largo del tiempo pueden combinarse para obtener un nivel de confianza global. Pueden analizarse, por ejemplo, encuestas anuales repetidas para obtener un nivel de confianza global. Sin embargo, una encuesta única, más amplia, o la combinación de datos obtenidos durante el mismo período de fuentes múltiples, aleatorias o no, pueden permitir alcanzar el mismo nivel de confianza en un periodo de tiempo más corto.
El análisis de la información de vigilancia obtenida a lo largo del tiempo, tanto de manera intermitente como ininterrumpida, incorporará, siempre que sea posible, el momento de recogida de la información, para tener en cuenta que la información antigua pierde valor. La sensibilidad, especificidad y exhaustividad de los datos obtenidos de cada fuente también deberán tenerse en cuenta para calcular el nivel final de confianza global.
Vigilancia para demostrar la ausencia de enfermedad o de infección
Requisitos para el reconocimiento de un país, una zona o un compartimento libre de enfermedad o de infección sin necesidad de una vigilancia específica del agente patógeno
En esta sección se exponen los principios generales para el reconocimiento de la ausencia de enfermedad o de infección en un país, una zona o un compartimento en relación con la fecha de la última aparición de la enfermedad o la infección, y, en particular, para el reconocimiento de la ausencia histórica de enfermedad.
Las disposiciones de este Artículo se basan en los principios descritos en el Artículo 1.4.3. del presente capítulo y en las premisas siguientes:
pese a la ausencia de enfermedad y de vacunación, la población animal acaba siendo susceptible,
es probable que los agentes patógenos a los que se aplican las presentes disposiciones produzcan signos clínicos identificables en los animales susceptibles,
unos Servicios Veterinarios competentes y eficaces podrán investigar, diagnosticar y notificar una enfermedad en caso de que esté presente,
las enfermedades e infecciones pueden afectar a los animales tanto silvestres como domésticos,
la ausencia de enfermedad o de infección durante un largo período de tiempo en una población susceptible puede ser demostrada por un Miembro mediante una investigación y una notificación eficientes de la enfermedad.
País, zona o compartimento históricamente libre de enfermedad o de infección
A menos que se especifique lo contrario en el capítulo pertinente sobre la enfermedad, un país, una zona, o un compartimento podrá ser reconocido(a) libre de infección sin necesidad de aplicar oficialmente un programa de vigilancia específica de un agente patógeno si:
no se ha observado nunca la presencia de la enfermedad o infección, o
la enfermedad o infección se ha erradicado o no ha vuelto a estar presente durante, por lo menos, los 25 últimos años,
a condición de que, durante, por lo menos, los 10 últimos años:
la enfermedad o infección haya sido de declaración obligatoria,
haya existido un sistema de detección precoz para todas las especies pertinentes;
se hayan aplicado medidas para impedir la introducción de la enfermedad o infección y no se haya recurrido a la vacunación contra la enfermedad o infección, salvo disposición contraria en el Código Terrestre;
no se tenga conocimiento de la presencia de la enfermedad o infección en la fauna silvestre del país o la zona que desea declararse libre de ella. (Un país o una zona no podrá solicitar el estatus de país o zona históricamente libre de enfermedad o infección si existen pruebas de la presencia de la enfermedad o infección en la fauna silvestre.
Última aparición de la enfermedad o infección en los 25 últimos años
Los países, zonas o compartimentos que hayan logrado erradicar la enfermedad o infección (o en los que ésta no haya vuelto a estar presente) en los 25 últimos años deberán cumplir los requisitos de vigilancia específica del agente patógeno indicados en el Código Terrestre, cuando existan. Si no existen requisitos específicos para la vigilancia de la enfermedad o infección en el Código Terrestre, los países deberán atenerse a las recomendaciones generales de vigilancia contenidas en este capítulo para demostrar su situación sanitaria, a condición de que durante, por lo menos, los 10 últimos años:
la enfermedad o infección haya sido de declaración obligatoria;
haya existido un sistema de detección precoz,
se hayan aplicado medidas para impedir la introducción de la enfermedad o infección,
no se haya recurrido a la vacunación contra la enfermedad o infección, salvo disposición contraria en el Código Terrestre,
no se tiene conocimiento de la presencia de la enfermedad o infección en la fauna silvestre del país o la zona que desea declararse libre de ella. Un país o una zona no podrá solicitar el estatus de país o zona históricamente libre de enfermedad o infección si existen pruebas de la presencia de la enfermedad o infección en la fauna silvestre.
Recomendaciones para la interrupción de la criba específica de un agente patógeno tras el reconocimiento de la ausencia de enfermedad o infección
Un país, una zona, o un compartimento que haya sido reconocido libre de enfermedad o infección, de acuerdo con lo dispuesto en el Código Terrestre, podrá interrumpir la criba específica del agente patógeno y conservar su estatus de país, zona o compartimento libre de enfermedad o infección, a condición de que:
la enfermedad o infección sea de declaración obligatoria,
exista un sistema de detección precoz,
se apliquen medidas para evitar la introducción de la enfermedad o infección,
no se recurra a la vacunación contra la enfermedad o infección,
no se tenga conocimiento de la presencia de la enfermedad o infección en la fauna silvestre. Puede ser difícil reunir suficientes datos epidemiológicos que demuestren la ausencia de infección en las poblaciones de animales silvestres. En tales circunstancias, para hacer esta evaluación, se utilizará una amplia gama de pruebas que la corroboren.
Declaración respecto de una enfermedad o infección
Los Miembros pueden declarar que un país, una zona o un compartimento está libre de una enfermedad de la lista de la OIE basándose en la aplicación de lo dispuesto en el Código Terrestre y el Manual Terrestre - véase disposiciones pertinentes del Capítulo 1.6. La Autoridad Veterinaria puede transmitir esta información a la Oficina Central de la OIE, que podrá publicarla.
Reconocimiento internacional de la ausencia de enfermedad o infección
En el caso de las enfermedades para las que existen procedimientos por los que la OIE puede reconocer oficialmente la ausencia de enfermedad o infección en un país, una zona o un compartimento, un Miembro que desee solicitar dicho reconocimiento deberá enviar a la OIE, por medio de su Delegado Permanente, toda la documentación pertinente relativa al país, la zona o el compartimento. La documentación se presentará de acuerdo con las indicaciones de la OIE sobre la enfermedad considerada.
Demostración de la ausencia de infección
Un sistema de vigilancia destinado a demostrar la ausencia de infección deberá cumplir los siguientes requisitos además de los requisitos generales para la vigilancia descritos en el Artículo 1.4.3. del presente capítulo.
La ausencia de infección implica la ausencia del agente patógeno en el país, la zona o el compartimento. Los métodos científicos no permiten asegurar con absoluta certeza que una infección esté ausente. Para demostrar la ausencia de infección deberán aportarse pruebas suficientes (de un nivel de confianza aceptable para los Miembros) de que la infección por un agente patógeno determinado no está presente en una población. En la práctica, no puede probarse (es decir, garantizar al 100%) que una población esté libre de infección (a no ser que se someta a cada miembro de la población, simultáneamente, a una prueba perfecta, que tenga una sensibilidad y una especificidad del 100%). Por consiguiente, el objetivo es aportar pruebas cabales (de un nivel de confianza aceptable) de que la infección, de estar presente, lo está en menos de una determinada proporción de la población.
Sin embargo, unos resultados de pruebas que indiquen la presencia de infección, a cualquier nivel, en la población diana, invalidarán automáticamente todo reconocimiento de ausencia de infección, salvo disposición contraria en el capítulo sobre la enfermedad en cuestión. En cada situación deberá evaluarse lo que implica la presencia de enfermedad o infección en la fauna silvestre para la situación sanitaria de los animales domésticos del mismo país o de la misma zona, de acuerdo con lo previsto en el capítulo pertinente del Código Terrestre sobre cada enfermedad.
Las pruebas obtenidas de fuentes de datos de vigilancia específica, aleatoria o no, pueden, como ya se ha indicado, aumentar el nivel de confianza o permitir la detección de un nivel de prevalencia más bajo, con el mismo nivel de confianza que las encuestas estructuradas.
Vigilancia de la distribución y presencia de infección
La vigilancia destinada a determinar la distribución y la presencia de infección o de otros episodios sanitarios importantes se utiliza con frecuencia para evaluar los progresos realizados en el control o la erradicación de determinadas enfermedades y determinados agentes patógenos y para ayudar a tomar decisiones. Tiene importancia asimismo para el comercio internacional de animales y productos de origen animal, cuando dicho comercio se da entre países infectados.
A diferencia de la vigilancia destinada a demostrar la ausencia de infección, la vigilancia para evaluar los progresos realizados en el control o la erradicación de determinadas enfermedades y determinados agentes patógenos suele tener por objeto la recopilación de datos sobre un número de variables sanitarias importantes, como:
prevalencia o incidencia de la infección;
tasas de morbilidad y mortalidad;
la frecuencia de los factores de riesgo de enfermedad o infección y su cuantificación;
la distribución de la frecuencia de tamaños de los rebaños o manadas o de tamaños de otras unidades epidemiológicas;
la proporción de animales inmunizados después de una campaña de vacunación;
la distribución de la frecuencia del número de días transcurridos entre la sospecha de infección y la confirmación del diagnóstico por un laboratorio o la adopción de medidas de control;
los registros de producción de las explotaciones;
el papel que desempeña la fauna silvestre en la persistencia o la transmisión de la infección.
2011 ©OIE - Código Sanitario para los Animales Terrestres |